La cirugía y la prevención, claves para disfrutar de una buena calidad de vida

Cuidarse física, mental y emocionalmente es muy importante. Gozar de buena salud es uno de los principales requisitos para disfrutar al máximo de la vida. Pero hay factores sobre los cuales el ser humano no tiene control, y que pueden limitar mucho nuestro grado de satisfacción.

La pérdida de visión es uno de los problemas que limitan nuestra libertad de movimiento y acción. Cuando la visión se reduce significativamente, hay muchas actividades que no pueden realizarse. Por ejemplo, conducir un vehículo o disfrutar de todos los detalles que una película pueda ofrecer. En muchas ocasiones esta ceguera es producida por un fenómeno conocido como cataratas.

Las cataratas

Las cataratas nublan la visión. El cristalino, la lente natural del ojo, pierde su transparencia y en consecuencia comienzan las molestias. La luz solar, o de cualquier otra fuente, molesta de una forma inusual, y los cambios en la graduación aumentan considerablemente. Estos cambios no suelen producirse de forma brusca, sino progresivamente, y por ello las cataratas no suelen detectarse en su fase inicial.

Este fenómeno escapa al control del ser humano, pues el factor determinante es la edad. Se calcula que un 60% de las personas mayores de 65 años pueden padecer esta patología. A pesar de que las cifras son elevadas, y de que no pueden tomarse medidas preventivas, en la actualidad las cataratas tienen solución.

La ciencia y la tecnología han hecho grandes avances en este campo de la medicina, y con una cirugía láser es posible recuperar la visión perdida. En el pasado, este tipo de operaciones requerían un tiempo mínimo de espera para ser atendidas, pues se debía esperar a que la catarata se manifestara al completo. Pero a día de hoy esta espera es innecesaria. Se puede realizar una operación de cataratas  con el mismo índice de éxito tanto en su fase inicial como en una intermedia o final. El paciente es quien decide cuándo realizar la intervención. De algún modo, se consigue cierto control sobre la dolencia.

Uno de los aspectos más destacables de este tipo de cirugía es el tiempo de recuperación necesaria. Se tiende a pensar que el ojo, al ser un órgano tan delicado y sensible, necesita mucho tiempo de recuperación. Pero con las intervenciones láser y la anestesia óptica, ese período se ha visto reducido significativamente. En tan sólo 10 minutos comienza la adaptación del paciente a su nuevo campo de visión.

La hernia discal

Hay otras situaciones en las que la prevención sí que juega un papel importante. Este es el caso de los dolores de espalda, que limitan mucho nuestros movimientos. Hay ocasiones en las que la privación es total y debemos quedarnos postrados en una cama. Para librarse de estas situaciones es necesario ser conscientes de los tipos de acciones y movimientos a evitar.

Las cargas innecesarias, esfuerzos extremos, movimientos de rotación continuados o el sobrepeso son algunas de las causas que potencian los riesgos de padecer una hernia discal. Por ello, los hábitos saludables de vida son indispensables para evitar esta dolencia.

La columna es la unión de muchas vértebras, que a su vez están conectadas por los denominados anillos y discos intervertebrales. Gracias a estos nexos, podemos realizar diferentes tipos de movimientos sin sentir dolor alguno, pues los discos están compuestos de fibras de colágeno. Este material tiene una gran capacidad de torsión y deformación que permite a la columna vertebral articular sin fricciones. Pero cuando estas fibras se desgastan, por ejemplo al realizar excesos, el disco sale de su posición y se bloquea el libre movimiento de la espalda, dando lugar a la patología denominada como hernia discal. En estas ocasiones la cirugía es necesaria. Para más información a este respecto se puede consultar la página https://www.infoespalda.es/hernia-discal .

Disfrutar de una buena calidad de vida es posible. Los hábitos saludables y la prevención son factores que contribuyen a conservar y prolongar un buen estado físico, mental y emocional. Puede que en ocasiones, por elementos que escapen a nuestro control como la vejez, o por actos imprudentes, veamos mermada nuestra capacidad de disfrute. Para estas ocasiones, la cirugía ofrece soluciones.

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