Las estancias temporales mejoran la socialización de las personas mayores

Actualmente y según datos del INE, dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, lo que supone la mitad de los 4,7 millones de hogares unipersonales existentes en nuestro país. De ellas, 850.000 tienen 80 años y el 60 % son mujeres. Se trata de un núcleo de población muy significativo que vive en riesgo de aislamiento.

Durante el verano, debido a las altas temperaturas y al riesgo de deshidratación, muchas de estas personas mayores optan por no salir de sus casas, pero esta conducta les crea problemas de aislamiento y soledad que afectan a su estado de ánimo y confianza.

Ante esta realidad, y para combatir los problemas de salud derivados de la soledad, las residencias de mayores ofrecen estancias temporales para mejorar la creación de vínculos y las capacidades de los mayores, a través de actividades participativas y lúdicas que fomentan la interactividad y el trabajo en equipo. Los beneficios de vivir en una residencia o las estancias temporales se notan significativamente en aspectos como la ralentización del deterioro cognitivo de los mayores y el aumento de confianza para relacionarse con su entorno.

El doctor David Curto, responsable de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, afirma que “el objetivo es cuidar y fomentar la red social del mayor, especialmente, si éste presenta algún tipo de dependencia, de manera que ningún residente se sienta excluido o ignorado”.

Otro motivo por el cual las personas mayores pueden aislarse de su entorno es el envejecimiento neuronal y las enfermedades derivadas de ello. De acuerdo con los datos de la OMS, entre un 25 % y un 30 % de las personas de más de 80 años padecen deterioro cognitivo. Por ello, es importante que lleven una rutina activa dentro de la residencia donde viven o donde estén pasando una estancia temporal.

Cuando un mayor sufre algún tipo de problema cognitivo, tiende a perder el interés por su entorno y volverse asocial, estado que le induce a la pérdida de memoria, e incluso, cambios de conducta.

“Las limitaciones a las que se suelen enfrentar las personas mayores disminuyen su confianza y aumentan su deseo de aislamiento. Por ello, intentamos evitar siempre estas conductas, favoreciendo en todo momento las relaciones interpersonales entre los residentes con el apoyo de actividades como la de “Tu mejor imitación”, que llevamos a cabo en todas las residencias”, explica el doctor Curto.

Las 47 residencias de mayores de Sanitas desarrollan de forma frecuente iniciativas como esta para trabajar y fomentar el envejecimiento activo, gracias a la interacción e inclusión entre los mayores, independientemente de sus capacidades cognitivas. De esta manera, los vínculos sociales les mantienen activos y refuerzan su empatía e interés por la convivencia con los demás residentes.

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