Más 200 mayores y sus familias asistieron a la primera edición de la gala benéfica navideña de los centros de día STIMA, que tuvo lugar el pasado 13 de diciembre, en el centro Cultural de Nuevas Dependencias de la Casa del Reloj de Madrid.
La magia del mago Rafael, procedente de la Fundación de Magos Solidarios Abracadabra, compartió protagonismo con la voz de la soprano Rosa Martínez, enfermera del centro de Moratalaz, conocida por haber llegado a la final del programa Got Talent, recibiendo elogios hasta del exigente Risto Mejide. La artista cantó un reportorio centrado en los villancicos que unen a la humanidad en estas fechas señalas.
Un evento cuyo público objetivo fueron los mayores que cada día acuden con una sonrisa a los centros de día que STIMA tiene en Princesa, Embajadores, Moratalaz y Aluche. “Supuso un homenaje para ellos, y sus familiares. Fue bonito ver cómo rieron y cantaron acompañados de sus hijos y nietos en un contexto tan mágico y entrañable como es la Navidad”, comenta Patricia del Barco, directora de Operaciones de STIMA.
Fuerte componente social
El requisito para entrar a la actuación consistía en la donación de alimentos imperecederos que voluntarios de Cáritas recogieron a la entrada del teatro, logrando recolectar más de 480 kilos de comida destinados a la Parroquia de Altagracia, en Madrid. Mario, párroco de la Parroquia de Altagracia, afirmó: “Para 50 familias madrileñas en riesgo de exclusión los Reyes Magos han llegado por adelantado. Estamos muy agradecidos por la ayuda recibida”.
Por su parte, la directora de Operaciones de STIMA manifestó: “Estamos felices de haber podido aportar entre todos nuestro granito de arena, consiguiendo que decenas de familias puedan tener una Navidad mejor”. A lo que añadió: “Sin lugar a dudas, el gracias más grande va para ellos. Para los mayores, para los que acuden a los centros cada día con la mejor de las actitudes, para los que se esfuerzan en su trabajo diario, los que participan en nuestras actividades con ilusión y nos hacen mejores personas y profesionales. A todos los mayores de STIMA: gracias”.
