abordaje multidisciplinar de la esclerosis múltiple

Orpea incide en la necesidad de un abordaje multidisciplinar de la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica crónica y degenerativa que puede provocar fatiga, rigidez muscular, debilidad, pérdida de agudeza visual, inestabilidad, deterioro cognitivo, y también discapacidad. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), tras varios años de evolución de la enfermedad, más del 50 % de los pacientes tiene una discapacidad importante que limita su calidad de vida. Por tanto, la rehabilitación de los síntomas y secuelas provocadas por los brotes es crucial para recuperar y mejorar su estado de salud, capacidad y funcionalidad. 

“Los síntomas de la esclerosis múltiples son muy variables y pueden afectar a diferentes aspectos físicos, cognitivos y psicológicos, por eso es necesario un abordaje multidisciplinar de la esclerosis múltiple que atienda las particularidades de cada caso de manera individualizada”, explica Ana Mories, psicóloga de Orpea Madrid Mirasierra, centro sociosanitario especializado en la rehabilitación de personas con esclerosis múltiple y otras patologías como párkinson, ictus, ataxias, enfermedad de Huntington, neuropatías, etc.

Orpea Madrid Mirasierra cuenta con un equipo transdisciplinar que acompaña al usuario en todas las fases de la rehabilitación con el objetivo de adaptar las distintas terapias a sus necesidades y mejorar su calidad de vida.

Desde fisioterapia y terapia ocupacional se trabaja el mantenimiento de la movilidad articular y los balances musculares para evitar la rigidez, la espasticidad o la falta de equilibrio, alteraciones muy frecuentes en los pacientes con esclerosis múltiple. De este modo, “fomentamos la autonomía e independencia funcional en las actividades básicas de la vida diaria y mejoramos la calidad de vida de los pacientes”, asegura Mories.

Estimulación cognitiva

Para un abordaje multidisciplinar de la esclerosis múltiple, también son interesantes las terapias de estimulación cognitiva. Aproximadamente el 50 % de los pacientes con esclerosis múltiple desarrollan deterioro cognitivo. En el paciente con esclerosis se pueden ver afectadas las áreas de memoria, velocidad de procesamiento de la información y el pensamiento  abstracto.

Cuando se detecta fallo cognitivo, se propone rehabilitación neuropsicológica. “Se realiza una valoración neuropsicológica al paciente para enfocar la rehabilitación de manera personalizada”, apunta la psicóloga y miembro del departamento de rehabilitación de Orpea Madrid Mirasierra.

Por otra parte, en los pacientes con mayor afectación, puede verse comprometida la comunicación y la deglución, llegando incluso a no poder alimentarse por vía oral. En estos casos, el tratamiento va enfocado a la estimulación sensorial, tanto olfativa como gustativa y a la estimulación de los reflejos deglutorio y respiratorios con el fin de que el paciente pueda conservar unas mínimas capacidades que le permitan disfrutar con seguridad de algún pequeño placer y, a su vez, favorezca su conexión e interrelación con el entorno.

El trabajo realizado en las distintas terapias posibilita que el usuario pueda participar con más seguridad y autonomía en su día a día. Con ellas, se propicia que el paciente con esclerosis múltiple mejore su calidad de vida y siga manteniendo sus relaciones sociales y familiares.

Apoyo psicológico a las familias

El carácter imprevisible de esta enfermedad genera tensión emocional al paciente y a su entorno familiar. “Los cambios y las pérdidas producen trastornos psicológicos, sobre todo ansiedad y depresión. En función de la fortaleza interna del sujeto y de los apoyos familiares y sociales, el afrontamiento de la enfermedad varía. Por ello, es importante la ayuda especializada desde las primeras fases de la enfermedad”, sostiene Mories.

En este sentido, el plan de atención que ofrece Orpea Madrid Mirasierra aborda el apoyo psicológico al paciente, pero también la intervención familiar. “Se realiza psicoeducación con el paciente y la familia para el manejo de los síntomas, la concienciación de los mismos y el ajuste del paciente a su nueva situación”, concreta esta psicóloga. 

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