Ceaps reivindica el papel de las personas mayores como agentes integradores de las familias

Ceaps reivindica el papel de las personas mayores como agentes integradores de las familias

En el Día de los Abuelos, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (Ceaps) pone en marcha la campaña “Integrados”, para reivindicar el papel de las personas mayores como agentes integradores de las familias. Los abuelos son un elemento integrador en las familias. Transmiten valores, aportan cariño y experiencia, son el eje sobre el que se articula la familia. Sin embargo, la irrupción de la pandemia ha obligado a que abuelos y nietos hayan sido los dos sectores de la población más distanciados.

“Queremos a las familias cerca, necesitamos a las familias”, subraya la presidenta de Ceaps, Cinta Pascual, que reivindica el papel de las personas mayores y aboga por que los centros de personas mayores cuenten siempre con la colaboración esencial de las familias. Y es que, a su juicio, para que el nuevo modelo de atención centrada en la persona sea garantía de éxito, es necesario que “se cuente con el apoyo de las familias y que se impliquen en la vida de los residentes”.

Ceaps reivindica que se tengan que cuentan los propios intereses de las personas mayores para poder acceder al servicio que deseen y en el momento en que lo deseen. Es decir, que tengan derecho a elegir entre vivir en una residencia, cuando así lo quieran o requieran, o vivir en su propio domicilio con los apoyos requeridos. “Todos queremos vivir el máximo de tiempo en nuestro hogar y, por ello, apostamos por que las residencias se conviertan en plataformas de servicios reales y efectivas que ofrezcan esos servicios a la medida que precisan las personas mayores que opten por vivir en su casa”, apunta Pascual.

Residencias, centros de día, ayuda a domicilio y teleasistencia

“Los centros residenciales hace tiempo que dejaron de ser lugares cerrados”, sostiene la presidenta de Ceaps. Y, en paralelo, defiende los centros de día “tan castigados por los cierres y paralizaciones decretados por la pandemia”, el servicio de ayuda domiciliaria y la teleasistencia como herramientas “socializadoras” que permiten a los mayores estar con sus familias el mayor tiempo posible.

El problema, según denuncia Pascual, es que el Sistema de Dependencia es “tan rígido” que resulta muy complicado incluso rehacer hábitos tan simples y satisfactorios para el residente como ir a comer el fin de semana a casa de sus hijos. “Debemos ser más flexibles”, sostiene, máxime cuando la población con necesidades asistenciales va a ir incrementándose durante los próximos años a medida que lleguen a mayores la generación del baby boom.

Para Cinta Pascual “es el momento de cambiar el modelo” e inyectar a la dependencia de “una mayor financiación”, que permita dotar a los centros de los recursos necesarios para establecer los modelos de atención centrada en la persona que la actualidad reclama. Más financiación y que “ninguna persona esté en el limbo de la dependencia”.

Amade pide visibilidad de las personas mayores

La Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (Amade) lanza una campaña, con el fin de que la sociedad se conciencie de la necesidad de unos “servicios de atención reales e integrales” con servicios de máxima calidad y profesionales. Una campaña que refleja uno de los problemas de la sociedad actual: la invisibilización de las personas mayores y su imagen pública como un colectivo único. Una realidad que a los ojos de los nietos no es concebible.

“El Día de los Abuelos permite visibilizar el papel de las personas mayores de la sociedad que son abuelos. Uno de los problemas de la sociedad actual es el poco protagonismo y relevancia de uno de los mayores colectivos de Madrid y, por ello, queremos aprovechar para reivindicar su figura”, explica la presidenta de Amade, Pilar Ramos.

De este modo, la patronal pone el acento en aquellos que reciben cuidados profesionales, ya que “para aquellos que acuden a un centro de día, viven en una residencia o reciben cuidados en su domicilio, su vinculación con la familia y amigos es fundamental” y reivindican “su protagonismo y relevancia social”, como explica Ramos.

Además, destaca que “durante la pandemia, los niños y mayores han sido los dos colectivos que mejor han asumido y comprendido la importancia de la protección y han padecido de forma más acuciante las consecuencias psicosociales” por ello cuando la vuelta a la normalidad es cada vez más palpable piden que “no se escatimen recursos ni atención en ellos”.

El mejor homenaje, un abrazo

Con un vídeo sin palabras, la Federación Castellano y Leonesa de Atención a la Dependencia (Acalerte) lanza la campaña “El mejor homenaje, un abrazo”. De forma gráfica, se trata de visibilizar la importancia de recuperar, de alguna manera, esos abrazos ‘robados’ durante este último año y medio por culpa de la pandemia entre abuelos y nietos, ya que, como asegura el presidente de Acalerte, Diego Juez, “cada día que pasa cuenta”.

Juez afirma que las residencias son centros seguros. “Lo hemos pasado muy mal pero ahora estamos viendo luz al final del túnel. La vacuna ha traído esperanza”, afirma, mientras asegura que “es importantísimo que las familias, y en especial los nietos, formen parte de la vida de la residencia”.

Las visitas son «imprescindibles», añade el presidente de Acalerte, sobre todo para beneficio del estado emocional de las personas mayores que llevan meses viviendo prácticamente en un ‘búnker’. A su juicio, mantener el contacto es «necesario» tanto para los residentes como para sus familiares y amigos. No hay que olvidar que la falta de relación social provoca también enfermedad y que los nietos son, para la mayoría de las personas mayores, un motor que les hace vibrar. El beneficio de esa interrelación es mutuo.

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