“Hablemos de… Soledad No Deseada”

Psicólogos de Madrid presentan el Proyecto “Hablemos de… Soledad No Deseada”

El Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ha presentado el proyecto “Hablemos de… Soledad No Deseada”, una iniciativa que pretende dar visibilidad, aportar contexto y ofrecer soluciones a un problema de salud pública y social en España, donde 4.849.900 habitantes la sufren, un 11,6 % de la población, según datos del Observatorio de Soledad No Deseada SoledadES.

El objetivo de este proyecto es ofrecer a lo largo del año jornadas, mesas redondas, debates y otras actividades donde intervendrán numerosos expertos, con el fin de arrojar luz sobre esta epidemia conductual que va en aumento y que convierte a la Soledad No Deseada en una urgencia social que tiene un impacto global, siendo España uno de los dos países del mundo en los que se espera un mayor crecimiento del porcentaje de Soledad, duplicándose en 2050.

En este aspecto ha incidido el Decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, José Antonio Luengo, durante el acto de presentación: “Debemos poner todos los medios para detener esta lacra social que sufre España y que puede tener graves consecuencias en el desarrollo futuro de nuestro país”.

En toda la Unión Europea, 30 millones de personas se sienten solas con frecuencia y si miramos los datos a nivel regional, en la ciudad de Madrid, 1 de cada 10 personas se siente muy sola, según el Estudio de la Salud de la Ciudad de Madrid de 2018.

¿A quién afecta?

Además, a nivel nacional no afecta igual a hombres y mujeres. Según estadísticas del Observatorio, el 70 % de las personas afectadas son mujeres y el 43 % que padece esta situación en nuestro país tiene más de 65 años.

También las personas jóvenes, cuidadoras, migrantes y que padecen algún tipo problema de salud mental o presentan discapacidad sufren Soledad No Deseada. De hecho, este último colectivo es especialmente vulnerable a padecerla: el 23 % de las personas con discapacidad en España se sienten solas con mucha frecuencia, según datos del Observatorio.

El grupo de los jóvenes se está significando como uno de los colectivos más vulnerables. Dicen sentirse cada vez más solos y lo achacan a la falta de recursos económicos y a la cantidad de horas al día que pasan en las redes sociales e internet (aplicaciones, foros, videojuegos), aislándose.

Factores que influyen

Los factores que influyen en la soledad son diversos, y pueden ser individuales, culturales y sociales. Estos son: vivir solo, atravesar un momento vital como la pérdida de un ser querido o la migración, la discapacidad y la salud. También una baja renta económica proporciona una menor estabilidad y peores condiciones de vida, lo que a su vez influye a la hora de establecer las relaciones sociales.

Tal y como ha explicado durante el acto Andrés Losada Baltar, coordinador técnico del proyecto y catedrático de Psicología, experiencias como el abuso, el bullying y el abuso de nuevas tecnologías en la infancia y adolescencia, el divorcio, la maternidad, el cuidado de un familiar en la mediana edad, transiciones vitales importantes como la jubilación, la falta de relaciones intergeneracionales y la brecha digital en la vejez, también son factores precipitantes.  Es  fundamental  situar  la  Soledad  No  Deseada  en  el  marco sociocultural definido por nuestra sociedad orientada a valores individualistas y relacionados con el consumo y la productividad.

Consecuencias de la soledad no deseada

Efectos negativos en el estado de ánimo, insatisfacción en la relación con el entorno y en la calidad de vida en general, experiencia de “no encajar” y de vacío o falta de sentido de la propia vida. Es un factor de riesgo para la salud mental, empeorando trastornos como la depresión o la ansiedad, pero también para la salud física, propiciando la aparición de enfermedades cardiovasculares, entre otras consecuencias negativas. A nivel social, la Soledad No Deseada tiene un elevado coste en el sistema de salud en el sentido de que agrava patologías y, en consecuencia, aumentan las bajas laborales, lo que al mismo tiempo se traduce en una disminución de la producción.

Esta realidad cuenta con unas dimensiones de tal magnitud que se ha convertido en una lacra silenciosa en nuestro país: el 80 % de las personas cree que la Soledad es un problema invisible y el 72 % piensa que debe ser una cuestión prioritaria para las administraciones públicas, según el informe “Percepción Social de la Soledad No Deseada”.

La cuestión ya es asunto de Estado en varios países. Un ejemplo es Japón, que en 2021 creó el Ministerio de la Soledad para combatir este problema ante el debilitamiento de los lazos sociales y el aumento de suicidios. Reino Unido, por su parte, creó en 2018 un área para reconocer el aislamiento social como un grave problema de salud pública. El proyecto “Hablemos de… Soledad No Deseada” aspira a facilitar esta conversación y reflexión nacional sobre este tema de urgencia social, esto es, a convertirlo también en un asunto de Estado en nuestro país.

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