Son precisas iniciativas innovadoras para responder a las necesidades de las personas mayores y sus familias

Expertos de diferentes ámbitos, como la asistencia sanitaria, el urbanismo, el diseño y la tecnología coincidieron en la necesidad de aplicar iniciativas innovadoras a la atención de las personas que precisan cuidados especializados para dar respuesta a las necesidades integrales que presentan estas personas en la actualidad, ante un escenario de envejecimiento.

Esta es una de las conclusiones a las que se llegó durante la sesión ‘Nuevos cuidados a medida de los usuarios y sus familias y cuidadores’, en el contexto del VII Congreso Dependencia y Calidad de Vida, organizado por Fundación Edad&Vida, que se celebra estos días en Barcelona.

El debate, celebrado este martes, fue presidido por Domènec Crosas, director general de Sanitas Mayores, y moderado por Pedro Cano, director de Innovación Médica y Sistemas de Gestión en Sanitas Mayores. La sesión contó también con la participación de María Rosa Valls, directora del Campus Mirasierra de Sanitas Mayores, Elisa Pozo, investigadora del grupo ABIO-Universidad Politécnica de Madrid y coordinadora del proyecto UNI-Health EIT Health, Lekshmy Parameswaran, cofundadora de ‘Fuelfor Healthcare Innovation’ y ‘The Care Lab’, y José Murillo, cofundador y CEO de ‘Smart IoT Labs’.

Durante el debate se abordaron nuevas posibilidades de cuidados y de soporte a las familias de las personas que precisan de cuidados especializados desde cuatro perspectivas: asistencial, diseño, urbanística y tecnológica.

Así, María Rosa Valls, directora del Campus Mirasierra de Sanitas Mayores, habló de la oferta asistencial de servicios que pusieron en marcha dentro del formato Campus. “Lo que hicimos fue crear grupos de trabajo trasversales en los que participaron personas de ámbitos muy distintos pero con una finalidad común: mejorar la vida de las personas que necesitan cuidados especializados”.

De esta forma, crearon al concepto Campus, un conjunto de plataformas y servicios que permiten dar a las personas mayores distintas opciones en función de sus necesidades, ofreciéndoles servicios que van desde la residencia y los centros de día hasta los servicios nocturnos y la atención domiciliaria.

“Lo que nos ha permitido es ofrecer un servicio 360 grados, puesto que las opciones que tienen las personas mayores y sus cuidadores son muy diferentes y además pueden cambiar de una modalidad a otra, facilitando su adaptación poco a poco”, aseguró Valls.

Por su parte, Elisa Pozo, investigadora del grupo ABIO de la Universidad Politécnica de Madrid y coordinadora del proyecto UNI-Health EIT Health, habló del proyecto que están desarrollando sobre urbanismo y ciudad saludable en el distrito de Usera en Madrid.

Pozo subrayó que la ciudad “debe transformarse para incorporar en nuestro día a día el cuidado de las familias” y señaló que España tiene una gran ventaja debido a su clima, cultura y abundancia de ciudades medias en las que se puede caminar a pie con facilidad.

En este sentido, señaló que no solo es importante apostar por ciudades amigables con las personas mayores, sino que además sean saludables, algo que destacó “es imprescindible para que a la vez podamos tener ciudades inclusivas y pensadas para personas mayores”.

El punto de vista del diseño en los cuidados especializados lo puso Parameswaran, experta en diseño centrado en la persona y cuidados, quien destacó la necesidad de “pensar en cómo rediseñar nuestras vidas para vivir cien años y más”.

Para ella, las claves son en primer lugar, escuchar con atención no solamente a los familiares, sino también a los profesionales; en segundo lugar, facilitar un diálogo y, en tercer lugar, co-crear desde el punto de vista del diseño.

José Murillo, aportó su conocimiento sobre el ‘Internet de las cosas’ y su aplicación a los cuidados con sus posibles aplicaciones. Así, apuntó al 5G, la Inteligencia Artificial, la robótica y el vehículo autónomo como elementos que ayudarán “significativamente” a las personas que precisan cuidados especializados, sus familias y cuidadores.

Asimismo, Murillo señaló los costes, la interoperabilidad entre soluciones y la interactuación con los usuarios como los tres principales retos para que estas tecnologías puedan implementarse.

Son precisas iniciativas innovadoras para responder a las necesidades de las personas mayores y sus familias

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