La mejor receta del servicio de cocina: implicación de los residentes y transparencia

La mejor receta del servicio de cocina: implicación de los residentes y transparencia

Beneficios: experiencia, precios competitivos y gestión del personal

El principal beneficio de externalizar el servicio de cocina es, en opinión del director Comercial División Sanidad-Social de Serunion, Dídac Duart, contar con el conocimiento y la experiencia “de nuestra empresa, que lleva más de 30 años gestionando los servicios de alimentación. Contamos con un equipo de profesionales de la restauración sociosanitaria en todos los sectores: operaciones, nutrición, calidad, compras…”.

Otra ventaja para el cliente es la capacidad y volumen de compras de Serunion, “que nos permite conseguir precios más competitivos por volumen”. Como tercer beneficio, Duart destaca la gestión del personal de cocina: horarios, vacaciones, bajas, altas, formación específica en cada centro y según las necesidades de cada cocinero/a y gestión del clima laboral. “Todo para que el cliente no tenga que preocuparse de la gestión de cocina, y pueda desempeñar las tareas implícitas de un centro residencial”, apunta.

Serunion trabaja con primeras marcas y proveedores locales de cada zona. En este sentido, prioriza, principalmente, la calidad de las materias primas, los controles y certificaciones y su trazabilidad; además de criterios de sostenibilidad, especialmente para promover la economía local y el producto de proximidad, sin olvidar el bienestar animal.

El equipo de dietistas-nutricionistas, y los chefs ejecutivos de cara región, elaboran los menús teniendo en cuenta las preferencias regionales de los comensales. “Ahora bien, debe haber presencia de todos los grupos de alimentos para garantizar equilibrio y variedad”, detalla. En cuanto al aporte de nutrientes, se revisa las cantidades y combinaciones de platos para garantizar que las personas mayores tienen cubiertos los requerimientos nutricionales y las necesidades propias de la edad.

Lógicamente, existen distintos tipos de menús en función de los requerimientos de los residentes. Así lo explica Duart: “Disponemos de dietas adaptadas, que responden a la atención centrada en la persona, que se ajustan a las necesidades dietéticas propias de cada plan. No hay un número exacto, todo depende de las necesidades de cada centro. También disponemos de dietas de textura modificada para adaptarnos al máximo a las necesidades de deglución y masticación de cada usuario”.

Serunion entiende la calidad desde la granja a la mesa. Por tanto, realiza controles de calidad en todas las fases del proceso. “Desde una exhaustiva homologación de proveedores hasta un control microbiológico de productos finales, pasando por controles analíticos de verificación de limpieza, higiene en manipuladores y análisis de todos los riesgos posibles para reducirlos con medidas preventivas”, detalla el experto. Todo ello se recoge en el Sistema de Autocontrol, basado en los principios del estándar internacional Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC), y se verifica en auditorías internas y externas (AENOR). Y añade: “Vamos más allá de garantizar la seguridad alimentaria de nuestros productos y realizamos encuestas de satisfacción sobre el servicio a clientes y comensales, con el objetivo de mejorar nuestro servicio”.

En definitiva, Dídac Duart subraya que los familiares de los residentes pueden estar tranquilos, “porque están en manos de expertos y profesionales de la restauración sociosanitaria”. Y es más, concluye, “les invitamos a comer con sus familiares para que prueben nuestros menús”.

 

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