La teleasistencia predictiva y proactiva, una realidad accesible y no intrusiva

La teleasistencia predictiva y proactiva, una realidad accesible y no intrusiva

Ya es posible anticiparse a una emergencia sanitaria, predecir un deterioro o situaciones de vulnerabilidad

“La proactividad del servicio es ya una realidad”, asegura Inés Cavero, responsable nacional de Teleasistencia EULEN Sociosanitarios. Tradicionalmente, la teleasistencia se ha considerado un servicio reactivo en el que solo se responde ante llamadas de emergencia. “Esta concepción debe cambiar, ya que desde hace tiempo el servicio en España tiene un carácter mucho más integrador y de acompañamiento continuo”, señala. En este sentido, a nivel humano, para cumplir con la proactividad, continúa Cavero, “los equipos profesionales mantienen el contacto con las personas usuarias de forma periódica, lo que implica hacer seguimiento de su estado”. Por otro lado, a nivel tecnológico, el equipamiento instalado en los domicilios permite que los usuarios reciban alertas en caso de que se produzcan o no ciertos eventos. “De esta forma, en base a las rutinas de la personas, es posible anticiparse a una emergencia sanitaria, predecir un deterioro o situaciones de vulnerabilidad”, apunta.

En este contexto, conocer las rutinas y patrones de comportamiento de la persona usuaria es, en opinión de Cavero, la clave para prestar una atención personalizada y anticipar posibles emergencias. Y expone el siguiente ejemplo: “Si sabemos que alguien siempre abre la puerta de la nevera a ciertas horas y de repente lo hace menos, o deja de hacerlo por unos días, podemos inferir que ha perdido el apetito o tiene algún problema físico. En tal caso, en primer término, es posible actuar haciendo una llamada de comprobación”.

Respecto al manejo de la información facilitada por los sensores y demás dispositivos para responder a las nuevas necesidades de las personas mayores, Cavero índice, de nuevo, en que el servicio de teleasistencia combina el factor humano y el tecnológico. La soledad no deseada, el maltrato, la ideación suicida, etc. “son realidades muy frecuentes en la actualidad y que deben abordarse desde una perspectiva interservicios. La información que proporcionan los dispositivos domiciliarios puede revelar cambios en el comportamiento producto de una crisis vital, por ejemplo, si la persona deja de salir de casa. De acuerdo a esto, se articulan protocolos de atención específica y se coordinan actuaciones”.

Por otra parte, responsable nacional de Teleasistencia EULEN Sociosanitarios apunta que, a raíz de la pandemia, la telemedicina se ha extendido y los recursos necesarios para desarrollarla se han implementado con mayor rapidez. A este respecto, añade que, en los casos de personas con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, cardiopatías, problemas circulatorios…), la monitorización de ciertos parámetros de salud permite hacer un seguimiento más continuo de su estado, detectar falta de adherencia al tratamiento o reducir consultas hospitalarias. “El reto aquí sigue estando en la coordinación completa con el sistema sanitario”, concluye Cavero.

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