La telemedicina, una revolución en la atención sanitaria a las personas mayores

La telemedicina, una revolución en la atención sanitaria a las personas mayores

Amavir está valorando los beneficios de la medición de constantes vitales cuando no hay médico

El Grupo Amavir ofrece el servicio de telemedicina en sus centros residenciales. “Comenzamos en dos centros en 2016, colaborando con sendos hospitales de referencia. Con posterioridad al inicio de la pandemia, se ha ido aumentando en muchos más, sobre todo vinculados a los geriatras de enlace”, explica el jefe Médico del Grupo Amavir, Sara González.

Con el objetivo de mejorar la continuidad asistencial de los residentes y disminuir las visitas al hospital, evitando molestos traslados a los usuarios y complicaciones a los familiares, “comenzamos con la interconsulta de dermatología y, posteriormente, hemos ido añadiendo otras especialidades”, afirma.

En los centros donde se inició la valoración por parte de un especialista a través de e-consulta, el hospital de referencia facilitó a los centros de Amavir, inicialmente, una pantalla con cámara y su programa para poder conectarse y realizar la videoconsulta, previamente programada. El modelo ha evolucionado y, en la actualidad, una vez resueltas todas las cuestiones relacionadas con la protección de datos, los centros tienen sus propios ordenadores, tablet o móviles.

“Estamos iniciando un programa piloto para valorar los beneficios de la medición de constantes vitales en horarios donde no hay médico”, informa González. De esta manera, ante una situación aguda, que puede ser grave y necesita decisiones ágiles, el personal del centro llama al servicio de telemedicina y trasmite las constantes. Incluso puede hacer llegar la auscultación cardiaca o pulmonar, recibiendo de un médico las pautas de tratamiento a seguir.

Todo ello, subraya la responsable Médico del Grupo Amavir, avanza en la coordinación sociosanitaria y permite la continuidad asistencial de los cuidados, mejorando su seguimiento y la calidad de vida de los usuarios, “optimizando los tratamientos e impulsando el trabajo entre distintos niveles asistenciales, que siempre revierten en la seguridad del paciente”.

El perfil de los residentes que se benefician de la telemedicina es, principalmente, personas dependientes con problemas de movilización, y los que no tienen familiares para que los acompañen. “En realidad, todos. A excepción del que por su voluntad quiere y puede desplazarse al hospital”, apunta la responsable Médica.

Este servicio ha sido acogido con mucho interés por parte de todos, profesionales, usuarios y familiares, ya que permite una mayor comodidad para el residente y mejora la comunicación entre profesionales, resolviendo dudas en el mismo momento, lo que revierte en la seguridad del paciente.

Respecto a los beneficios para los usuarios, González señala que evita traslados innecesarios que, muchas veces, resultan traumáticos; se reduce el tiempo de espera en las consultas; y disminuyen los errores de trasmisión de información del paciente que está en su casa, ya que es directa. Y para el equipo médico, destacan los siguientes beneficios: permite el contacto directo entre profesionales del hospital y de la residencia, mejorando la humanización; disminuye el gasto en ambulancias y, como consecuencia, contribuye a disminuir la contaminación. “Asimismo, la telemedicina permite tomar decisiones con mayor rapidez que, además, pueden ser compartidas entre profesionales de distintas disciplinas”, concluye.

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