Abordaje profesional de la sexualidad en personas con discapacidad

La sexualidad es una parte fundamental del desarrollo personal, además de una aspecto clave para nuestra buena salud física y mental. Sin embargo, a las personas con discapacidad o diversidad funcional parece que se les veta esta parcela vital, sobre todo porque se ignora esta realidad y no se les orienta adecuadamente sobre cómo conocerse, aceptarse y expresar su sexualidad de modo satisfactorio. Ante una discapacidad sobrevenida, como es la lesión medular, los profesionales sanitarios y sociosanitarios tienen la responsabilidad de realizar un abordaje integral que implique la mayor calidad de vida posible para el paciente. Y la sexualidad es una de prioridades de estas personas. Por eso, los expertos sexólogos aconsejan una intervención precoz, desde el primer momento, con el fin de evitar que acaben pensado que este ámbito de la vida no es importante y se anulen como seres sexuados.

En España se estima que cerca de 1.000 personas sufren cada año una lesión medular traumática, lo que eleva por encima de los 20.000 el total de afectados en nuestro país. La consecuencias físicas principales son pérdida o alteración de la movilidad, de la sensibilidad o del sistema nervioso autónomo. Esto los convierte en personas con diversidad funcional sobrevenida en mayor o menor grado.

En los últimos años el avance en la atención profesional a estas personas ha mejorado significativamente, principalmente en su tratamiento, lo que ha supuesto un aumento significativo de la esperanza de vida y la calidad de la vida, pero aún quedan algunas asignaturas pendientes en la población con discapacidad. Una de ellas, es el tema de la sexualidad, una prioridad para estos pacientes (en concreto la segunda, tras el control de esfínteres), que pasa totalmente desapercibida para la mayoría de los profesionales y también de sus familiares.

Las personas con lesión medular han de afrontar cambios en el plano físico y emocional que van a afectar a su sexualidad. El responsable de la Unidad de Sexualidad y Reproducción de la Fundación Lesionado  Medular (FLM), Antonio Sánchez Ramos, explica que estos pacientes van a ver modificada su respuesta sexual en mayor o menor medida en función del tipo de lesión (completa o incompleta), del nivel de lesión (cervical, dorsal o lumbar), de la edad en el momento de la lesión, de los antecedentes sexuales, de la situación social, económica, cultural, religiosa, etc.

Y, para todos ellos, “conseguir una vida sexual activa y satisfactoria después de la lesión medular se considera una necesidad, a veces más importante que otras pérdidas físicas o psicológicas. Por tanto, la recuperación de la función sexual es una prioridad y debe ser parte importante del proceso rehabilitador”, destaca el doctor Sánchez Ramos.

A pesar de su importancia y de los múltiples beneficios que tiene emprender medidas que resuelvan esta necesidad, todavía queda mucho trabajo que realizar en este aspecto. Actualmente, a pesar de que aumenta el interés de los profesionales, hay pocos dispositivos y recursos en la sanidad pública. De ahí, que algunas entidades como la Asociación Estatal de Sexualidad y Discapacidad llegue a acuerdos con otras organizaciones como la Fundación Nacional Aspaym, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), ciertos hospitales, etc. para poner en valor esta necesidad y concienciar y formar tanto a los pacientes como a los profesionales en cómo abordar este tema.

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