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Luces y sombras del mercado laboral para las personas con discapacidad en 2023

Cuando la situación económica se tambalea, la población más vulnerable sufre más las consecuencias negativas de esa inestabilidad a todos los niveles, también a nivel laboral. Y así se constata en el III Informe discapacidad y expectativas para 2023, llevado a cabo por la Fundación Adecco y Smurfit Kappa Nervión. Un estudio que arroja otras conclusiones interesantes dignas de reflexión, como el hecho de que el mercado laboral parece que ofrece ya mayores garantías a las personas con discapacidad, que el empleo sigue siendo la gran prioridad, la gran fuente de preocupación de este colectivo, o que sus demandas más relevantes pasan por la necesidad de recibir más apoyos y una mayor sensibilización de las empresas en nuestro país. 

El mercado laboral sigue siendo, como ocurrió en años anteriores, la preocupación más acuciante para las personas con discapacidad, conscientes de que gracias al empleo, gracias a la inclusión laboral, mejoran otros aspectos de su vida como las relaciones sociales, la capacidad de superación, su autoestima y, por supuesto, su independencia económica. 

Cuando se pregunta a los encuestados sobre cuál es su deseo más importante para este año, su prioridad a alcanzar, el 91 % de ellos responde que esa prioridad no es otra que encontrar un empleo. Deseo que se antepone a otros como la normalización de la discapacidad en nuestra sociedad, lo relacionado con la vivienda, con la accesibilidad universal o la igualdad de género, entre otras. 

El III Informe discapacidad y expectativas para 2023 llevado a cabo por la Fundación Adecco y Smurfit Kappa Nervión, lo pone de manifiesto. Un documento que reafirma que el empleo es, un año más, la principal reivindicación de las personas con discapacidad. Concretamente, así lo afirma el 46,8 % de los encuestados para realizar este análisis. Un porcentaje que, por otro lado, se muestra optimista a la hora de verbalizar ese objetivo y considerarlo “alcanzable en la próxima década”. Así es para el 68,9 % de los consultados. De ellos, el 32,6 % espera conseguirlo en los próximos diez años, mientras que un 8,5 % de ellos cree que ese objetivo no se conseguirá antes de 20 años. 

La gran mayoría de los encuestados que se encuentran en situación de desempleo, concretamente el 78,2 %, se muestran convencidos de que este 2023 será el año en el que encuentren trabajo. Del resto, un 12,8 % es especialmente pesimista y afirma que no tiene ninguna esperanza de encontrar empleo este año porque “lleva mucho tiempo en situación de desempleo”. 

Recuperación real 

Aunque el 66,4 % de los consultados reconoce que ahora es más complicado encontrar trabajo que antes de la pandemia, sí es cierto que este Informe refleja que el mercado laboral está “remontando” si nos fijamos en las personas con discapacidad. Sin perder de vista hechos como la inflación o la guerra en Ucrania, “el mercado empieza a ofrecer a las personas con discapacidad mayores garantías”. 

La pandemia fue un mazazo especialmente duro para la situación laboral de las personas con discapacidad. Máxime teniendo en cuenta que, en los años previos a la pandemia, el mercado laboral de este colectivo había experimentado un importante desarrollo, que fue más notable una vez que pasaron los momentos más intensos de la crisis. 

Durante el año pasado (y según los datos disponibles hasta el mes de noviembre de 2022) se constata una consolidación de la tendencia de recuperación del año pasado. Así, por ejemplo, la cifra de contrataciones, que crece un 10 % con respecto al año anterior, supera en número (2 %) a las contrataciones realizadas durante la época anterior a la pandemia. Según el Servicio Público de Empleo Estatal, SEPE, si entre enero y noviembre del año 2012 las personas con discapacidad firmaron un total de 8.462 contratos en la Comunidad de Madrid, durante el mismo periodo de 2022 los empleos ascienden a un total de 18.398. 

Aunque se trata de cifras positivas no hay que perder de vista otras variables, como la participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral, cuya tasa en el caso de la Comunidad de Madrid se reduce al 42,2 %. O dicho de otro modo: el 57,8 % de las personas con discapacidad en edad laboral de la región ni tiene empleo ni lo busca. Pero, incluso así, como recoge el Informe la tasa de actividad de Madrid es de las más altas a nivel nacional (la media nacional se sitúa en el 34,6). 

Este año 2023 será un buen año para el empleo para las personas con discapacidad. Así al menos se extrae de los datos del Informe, ya que más de la mitad de las personas entrevistadas cree que así será. Un dato positivo que no debe hacernos pasar por alto otras conclusiones del documento. Como por ejemplo que también la mitad de las personas encuestadas no tiene confianza en el mercado laboral, y creen que algunos fenómenos van a dificultarles el camino hacia el acceso al empleo. Concretamente fenómenos como la digitalización, la automatización que sufren algunos puestos de trabajo o la crisis económica. 

Retos a asumir para conseguir la inclusión laboral

Según este documento, uno de los grandes retos que han de asumirse en los próximos años es ampliar la penetración de las personas con discapacidad en la empresa ordinaria, en entornos de trabajo normalizados. Hasta ahora, la gran mayoría de los contratos que se formalizan a las personas con discapacidad se suscriben en el ámbito protegido, es decir, en Centros Especiales de Empleo. 

Además, habría que promover la formación requerida por las empresas en los próximos años, con la que podría conseguirse incrementar de forma exponencial las oportunidades de acceso al empleo. Aunque, por ejemplo, los jóvenes con discapacidad han experimentado un gran avance en los últimos años, siguen estando infra representados en ámbitos tan importantes como la Universidad o la Formación Profesional. 

Otro reto imprescindible es la transformación digital para terminar, o reducir, la brecha digital que afecta de forma muy intensa a las personas con discapacidad. Para conseguir la inclusión laboral, es necesario dotar a este colectivo de las competencias digitales básicas y, también, de esas competencias que reclaman las empresas que ofertan empleos. 

Por orden de prioridades de los entrevistados, las medidas que habría que tomar son trabajar en una mayor sensibilización social, facilitar una mayor inversión en accesibilidad para manejar dispositivos o moverse por espacios físicos, impulsar la formación superior y, por último generalizar el teletrabajo que es la opción menos demandada (16,9 %). 

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