Parálisis cerebral. Empleo: una cuestión pendiente para lograr su inclusión

El empleo de las personas con parálisis cerebral sigue siendo una cuestión pendiente para lograr la inclusión de este colectivo en la sociedad. Así lo ha puesto de manifiesto el Estudio sobre la situación y las necesidades de las personas con parálisis cerebral en el ámbito de la integración laboral elaborado por Confederación Aspace, entidad que representa al movimiento de personas, familias, profesionales y entidades que trabajan para mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines. A partir de este informe, reclaman que las personas con parálisis cerebral puedan tener acceso a un empleo digno.

 

El colectivo de personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines, al tratarse de hombres y mujeres con grandes necesidades de apoyo, se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad en los procesos de inserción sociolaboral, con respecto incluso a otros colectivos de la discapacidad. Si habitualmente las tasas de desempleo de las personas con discapacidad son superiores con respecto al resto de la población, en el caso de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines la tasa de inactividad aumenta todavía más con respecto a la de otros colectivos de la discapacidad y presentan mayores dificultades para su empleabilidad.
Entre las personas que tienen entre el  65 y el 74 % de discapacidad; el porcentaje de personas inactivas es de un 80 %, según datos del INE (2016), llegando al 88 % en aquellas que presentan un porcentaje de discapacidad superior al 75 % o más.
Las causas de esta tasa tan elevada de inactividad son múltiples. Un factor influyente es que el nivel formativo de las personas con discapacidad con grandes necesidades de apoyo se sitúa muy por debajo del de otras personas con discapacidad. Esta realidad incide de manera directa en las posibilidades de empleabilidad y oportunidades de acceder a un puesto de trabajo. Esto es consecuencia de que las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines presentan más dificultades y se encuentran con más barreras en el ámbito educativo, así como en etapas posteriores en el acceso a la formación para el empleo, ya que requieren de un mayor nivel de apoyo y adaptaciones específicas e individualizadas en cuanto a tiempos, ritmos, contenidos, etc., y a día de hoy las adaptaciones que brinda la Administración son escasas, generalistas e insuficientes.
«Es necesario empoderar a la persona con parálisis cerebral para que sea ella quien establezca su itinerario de vida con los apoyos que se requieran»
Las personas con parálisis cerebral que logran acceder a un empleo también se encuentran con mayores dificultades que otros colectivos ya que requieren de apoyos individualizados y adaptados a las características específicas de la persona. Y si esto no va acompañado de ayudas públicas adecuadas y suficientes, además de la concienciación del tejido  empresarial para prestarlas; el acceso y la conservación del puesto de trabajo es más complicado.

Cómo  revertir esta problemática

Hay tres cuestiones clave a las que la Administración Pública debe de dar respuesta para promover de forma efectiva la inclusión laboral de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades con grandes necesidades de apoyo: la escasez de datos sobre el colectivo, la alta tasa de inactividad y la mejora de las ayudas públicas para facilitar el acceso al empleo de las personas con parálisis cerebral.
Por lo tanto, son varios pasos coordinados los que se han de dar para revertir esta problemática. Y, desde el movimiento asociativo, creemos que para ello familias y profesionales de la parálisis cerebral deben colaborar con las Administraciones. Además, debe existir un mayor compromiso del tejido empresarial.
Por eso, desde el Movimiento Aspace proponemos tres acciones que pondrían sobre la mesa las herramientas necesarias para promover el empleo de las personas con parálisis cerebral.
• Mejorar los sistemas de información estadística y las bases de datos de los servicios sociales, de salud y de empleo. Debe haber un consenso entre las comunidades autónomas sobre los criterios y diagnósticos para emitir los certificados de discapacidad e incorporando la variable “parálisis cerebral y otras discapacidades afines” a todos los ámbitos de investigación estadística sobre discapacidad; sería posible dimensionar de forma precisa las necesidades del colectivo, y así poner los recursos necesarios para solventarlas.
• Apoyar la formación a las personas con parálisis cerebral para desarrollar sus competencias y empleabilidad. La formación es la base para el acceso al empleo, debemos garantizar el derecho a la educación con adaptaciones adecuadas para las personas y mejorando la coordinación entre el sistema educativo y el laboral para identificar qué aprendizajes posibilitarán el desarrollo de competencias que faciliten su empleabilidad.
• Revisar el sistema de ayudas públicas para el acceso y el mantenimiento en el empleo de las personas con discapacidad. Las ayudas promueven cuatro itinerarios para la integración laboral: los servicios de apoyo a la orientación e integración laboral, el empleo protegido, el empleo con apoyo y la integración laboral en el empleo ordinario. En estos cuatro casos son necesarios más recursos que faciliten el acceso al empleo.
Estas acciones dependen en gran medida de nuestras Administraciones Públicas, pero las entidades sociales debemos, no solo acompañar y demandar, sino también liderar con el ejemplo y apostar por ofertar servicios a las personas con parálisis cerebral que atiendan sus planes de vida en su globalidad. Esto quiere decir, proyectar una atención para cada etapa de la vida de una persona y contemplar el servicio de empleo como uno más dentro de la cartera de servicios que prestamos.

Acceso al trabajo

Es necesario empoderar a la persona con parálisis cerebral para que sea ella quien establezca su itinerario de vida con los apoyos que se requieran.
Hay personas con parálisis cerebral que no quieren acceder a un empleo, y prefieren otro tipo de itinerarios, lo cual es totalmente lícito y respetable. Pero aquellos hombres y mujeres con parálisis cerebral en los que en su itinerario de vida está contemplado el acceso al mundo laboral en la modalidad que sea, es fundamental proporcionarles y garantizarles los servicios, ayudas, información, formación y asesoramiento para acompañarles en ese itinerario de vida personalizado.
Y, en este sentido, se debe ir de la mano de las familias, también asesorándoles, informándoles y haciendo que esa sobreprotección sea sustituida por el acompañamiento y el respeto.

Falta de información y concienciación 

Hemos avanzado mucho en los últimos años, y vivimos en una sociedad mucho más concienciada con la discapacidad y el acceso al empleo, pero todavía queda mucho por hacer y barreras que superar.
Una de las principales problemáticas del colectivo es el gran desconocimiento que tiene la sociedad al respecto y, lógicamente, esto repercute en el tejido empresarial y las posibilidades que se les brinda a las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines de acceder a un puesto de trabajo.
Hay una mayor sensibilidad en cuanto a la contratación de personas con discapacidad, pero la sensación que tenemos es que el colectivo con parálisis cerebral siempre se queda el último en la fila. Existe gran desconocimiento y muchos prejuicios por superar. En este punto, el movimiento Aspace tiene una gran responsabilidad en cuanto a visibilizar el colectivo, en mediar con el tejido empresarial y trasmitir que las personas con parálisis cerebral, con los apoyos necesarios, también pueden desempeñar una actividad laboral como cualquier persona que presente otro tipo de discapacidad o no tenga discapacidad.
La sociedad en la que vivimos cada vez es más diversa y existe la necesidad de asumir esa diversidad y aprovechar la riqueza que tiene. Debemos apostar por una sociedad abierta e incorporar modelos en los que tengan cabida todas las personas, independientemente de los apoyos que requieran. Pero, sobre todo, la sociedad debe ser consciente de que cuando hablamos del acceso al empleo de las personas con discapacidad, estamos hablando de un derecho fundamental y que este no debe ser vulnerado por cuestiones económicas o de cualquier otra índole.

Responsabilidad empresarial

El tejido empresarial sobre todo debe ser consciente de la gran responsabilidad que tiene en la sociedad y, en consecuencia, promover desde sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) el compromiso de contratación de personas con discapacidad.
Además, deben conocer las múltiples ventajas o factores positivos que tiene la contratación de personas con parálisis cerebral. Son más los beneficios que las dificultades. De hecho, la realidad es que cada vez más empresas punteras están reclutando este tipo de trabajadores por las múltiples ventajas que tiene.
Contratar una persona con parálisis cerebral, más allá del desarrollo del puesto de trabajo y de las ventajas fiscales para la empresa, está demostrado que mejora el clima de trabajo, incorpora diversidad a los valores inherentes en la empresa e incrementa la competitividad de la platilla.
Para animar a los empresarios, una posible acción es que las organizaciones empresariales impulsen espacios de formación y encuentro para informar y sensibilizar a las empresas sobre la parálisis cerebral y las ventajas que para la empresa tiene contratar a personas con parálisis cerebral.
Se debe implicar a nuestros profesionales de los servicios de empleo en este tipo de charlas y contar con ejemplos de buenas prácticas de empresas que hayan tenido la experiencia de contratar personas con parálisis cerebral y mostrar los beneficios, dificultades y superación de esas dificultades en este tipo de experiencias.
Desde Confederación Aspace, a corto plazo, nos planteamos también campañas de sensibilización, elaboración de materiales informativos y guías dirigidas a las empresas que favorezcan los procesos de incorporación de personas con parálisis cerebral a la empresa ordinaria.
Lo que sí está claro es que el tejido empresarial y el movimiento Aspace deben ir de la mano no solo en cuanto a sensibilizar a las empresas, sino en el asesoramiento a las mismas desde los profesionales de Aspace que son expertos en esta discapacidad y son quienes mejor pueden asesorar al empresario a la hora de incorporar a una persona con parálisis cerebral a un puesto de trabajo.

Integración laboral y social

Para conseguir una integración laboral y social es fundamental el compromiso de todos los agentes que influyen en los procesos de integración laboral de las personas con parálisis cerebral es esencial:
Luchar contra los estereotipos que existen todavía con respecto al colectivo de personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines, el desconocimiento de esta  discapacidad y visibilizarlo.
• Mostrar a la sociedad y al tejido empresarial buenas prácticas en cuanto a la contratación de personas con parálisis cerebral y así evidenciar los beneficios que tienen este tipo de contrataciones.
• Acompañar a las personas con parálisis cerebral en sus itinerarios de vida, prestarles los apoyos necesarios, ofrecerles los servicios que requieren de orientación, asesoramiento, formación, acompañamiento, prospección y empoderar a nuestro colectivo para tomar decisiones sobre su vida.
Y todo esto debe ir de la mano de las Administraciones Públicas y el desarrollo de políticas de empleo y discapacidad que de verdad se ajusten a las necesidades de la persona, que garanticen un derecho fundamental como es el acceso al empleo a través de la prestación de apoyos suficientes e individualizados.

¿Cómo se trabaja en los centros especiales de empleo?
Los centros especiales de empleo (CEE) son una modalidad de empleo protegido que suponen un recurso fundamental para las personas con parálisis cerebral por sus especiales dificultades a la hora de acceder a un puesto de trabajo en el mercado ordinario.
Sin embargo desde el movimiento Aspace consideramos que no deben ser servicios finalistas, es decir, debemos apostar por la integración en el empleo ordinario y favorecer que aquellos trabajadores y trabajadoras que tenemos en nuestros centros especiales de empleo puedan acceder a un empleo normalizado con los apoyos individualizados que ellos requieran.

Nos encontramos muchas veces con personas en los CEE de Aspace que podrían estar desarrollando un puesto de trabajo en empresa ordinaria sin ningún tipo de problema a través de apoyos, y es ahí donde todos y todas tenemos el compromiso de prestar esos apoyos para posibilitar este tipo de contrataciones.

 

Retos de ASPACE
Nuestro reto fundamental es seguir luchando por visibilizar el colectivo, por la no vulneración de sus derechos, por el empoderamiento de los hombres y mujeres con parálisis cerebral y el desarrollo de itinerarios de vida no impuestos o generalizados, sino individualizados.

Otro reto sobre el que ya estamos trabajando es promover la creación de servicios de empleo dentro de la cartera de servicios de las organizaciones Aspace y dar respuesta a las necesidades de las personas con parálisis cerebral, no solo desde los servicios más asistencialistas sino desde modelos que contemplen las necesidades de las personas en todas la etapas de su vida, asumiendo la edad laboral como una etapa más como otras que sí atendemos.

Para conocer la situación de las personas con parálisis cerebral en el ámbito laboral, Aspace ha presentado este año el Estudio sobre la situación y necesidades de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines en el ámbito de la integración laboral, en el que se especifican conclusiones y propuestas prácticas para mejorar la situación. Este estudio se encuentra en la www.aspace.org

 

Julia García-Risco
Responsable de Formación y Empleo de Confederación Aspace.

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