personas en situación de dependencia

“Pocos asuntos de Estado son de tanta urgencia social como la atención a las personas en situación de dependencia”

La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales lleva desde 1994 analizando el sector sociosanitario. Ahora se apuesta por un nuevo modelo de atención y cuidado de las personas mayores y/o personas en situación de dependencia. Por eso, hemos querido conocer la evolución de los servicios sociales, en concreto de los cuidados, para saber cómo se percibe el futuro. Su presidente, José Manuel Ramírez Navarro, nos ha contado los principales logros y también los retos.

Ramírez ha afirmado que la sociedad debe revalorizar la atención a las personas en situación de dependencia, tanto a nivel individual como familiar e institucional. En este sentido, ha dado importancia a los servicios de proximidad y ha enumerado las propuestas de su entidad para avanzar hacia un nuevo modelo de residencia para personas mayores. También ha destacado la innovación e investigación como aspectos clave para seguir avanzando: “Los servicios sociales no nacieron para investigar, pero su futuro depende de la investigación y la innovación”. 

¿Cuál es el estado de salud de los servicios sociales en España?

Los Servicios Sociales constituyen un espacio específico y diferenciado dentro de la Protección Social. Los Nuevos Servicios Sociales reflejan la situación y expectativas de una sociedad que ha progresado en sus aspectos materiales, pero que encuentra graves dificultades para articular formas positivas de convivencia personal y social.

En el marco del Estado del Bienestar, los Servicios Sociales son un Sistema Público que garantiza, como derecho de ciudadanía, el acceso a unas prestaciones básicas para favorecer la igualdad de oportunidades, la autonomía personal, la convivencia y la integración social. 

El impacto de la pandemia causad por el COVID en los Servicios Sociales ha quebrado una tendencia de recuperación que se venía constatando desde 2016, cuando tocaron fondo los recortes producidos por la crisis financiera de 2008. Especialmente destacable es el deterioro de la cobertura de prestaciones y servicios, el factor más relevante, ya que expresa la oferta efectiva que recibe la ciudadanía.

¿Cuáles son los principales logros conseguidos?

Hace 10 años que aplicamos por primera vez el Índice DEC (2012). En este estudio se ve cómo han evolucionado los Servicios Sociales después de una década en la que hemos tenido que vivir dos crisis: la que se inició en 2009, con los grandes recortes presupuestarios que se prolongaron hasta 2014, y la gran crisis provocada por el COVID en 2020 y 2021.

En cuanto a ordenación del sistema, el resultado es que todas las comunidades tienen Ley de Servicios Sociales de nueva generación, nueve comunidades tienen catálogo de prestaciones y servicios, once Planes estratégicos y/o Mapas de cobertura y sólo un plan de investigación e innovación en servicios sociales. 

España destina al Sistema Público de Servicios Sociales el 1,88 % del PIB. En la última década se incrementa un 26,2 % el gasto por habitante y año, así como 0,28 puntos porcentuales la significación sobre el PIB. Pero se reduce en 0,36 puntos porcentuales, lo que representa en gasto en servicios sociales sobre el presupuesto total de las Administraciones Públicas (comunidades autónomas y entidades locales).

En cuanto a cobertura, mejoran la mayor parte de los indicadores, destacando la mejora en la ratio de profesionales por habitante en las estructuras básicas y las plazas de alojamiento para personas sin hogar. En el resto, el incremento es reducido. Hay incluso indicadores que empeoran en esta década: la intensidad de la ayuda a domicilio medida en horas/mes, los acogimientos familiares a menores y las plazas residenciales, diurnas y ocupacionales para personas con discapacidad.

¿Y los principales retos en la atención de las personas en situación de dependencia?

En informes de la Asociación venimos advirtiendo sobre como la sobrecarga del Sistema y su deriva burocrática están lastrando su desarrollo. Quizás esas sean las causas de su incapacidad e ineficiencia para aprovechar el incremento presupuestario por los Fondos Europeos en beneficio de las personas, incrementando o mejorando las prestaciones y servicios. Urge así una profunda revisión del Sistema para hacerlo eficaz y eficiente, y ello pasa por racionalizar sus cometidos y por agilizar sus procedimientos. 

Las desigualdades entre comunidades autónomas siguen siendo muy elevadas, con extraordinarias diferencias en los Servicios Sociales entre territorios. Ésta sigue siendo, un año más, una de las características más negativas del Sistema, porque significa una gran desigualdad de oportunidades reales a la hora de hacer efectivos derechos básicos de las personas, en función del territorio en el que residan. Se trata de una extraordinaria diversidad de esfuerzos, cobertura y derechos garantizados que, como venimos denunciando año tras año, constituyen una violación de la igualdad consagrada en el art. 9.2 de la Constitución y que impele a los poderes públicos a actuar conforme al artículo 149.1 1ª, regulando las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos.

Siguen existiendo extraordinarios déficit de información. Estos déficits de la información en servicios sociales siguen suponiendo una quiebra del derecho de la ciudadanía a la información, una falta de cumplimiento por parte del Ministerio de sus responsabilidades y un gravísimo problema a la hora de valorar o planificar racionalmente el desarrollo de los servicios sociales, ya que ha de hacerse sin tener la referencia de una información fiable y actualizada, garantizada por las administraciones públicas.

Esta sociedad tiene que revalorizar la tarea de los cuidados, a nivel individual, familiar e institucional, e invertir más en servicios sociales a tal fin

Una de las principales labores por las que se conoce la Asociación es por el Observatorio de la Dependencia. En la asociación lleváis muchos años analizando cómo actúan los gobiernos nacionales, regionales y locales. ¿Qué tiene que entender la Administración Pública, pero también la sociedad, para impulsar la atención a las personas dependientes?

Se trata de una política de interés de la ciudadanía, ya que en un importante porcentaje forma parte del ciclo natural de la vida, y muchas personas acabaremos estando en situación de dependencia. Ello exige que se preste atención a esta política con amplitud de miras, sentido de Estado y respeto a la Ley. Cumplir la Ley e impulsar la protección social en esta materia debe ser objeto de un gran pacto y no de oportunas ofertas electorales. Pero ocurre que el incumplimiento de las Administraciones Públicas ha convertido sólidos derechos subjetivos en derechos efímeros y de papel. 

Pocos asuntos de Estado alcanzan tanto consenso y son de tanta urgencia social como la atención a las personas en situación de dependencia. Y, sin embargo, en el sistema de atención a la dependencia, a pesar de los incrementos presupuestarios, sigue existiendo maltrato institucional debido a la burocracia y a la desidia e impericia de algunos gobiernos de comunidades autónomas. 

Esta sociedad tiene que revalorizar la tarea de los cuidados, a nivel individual, familiar e institucional, e invertir más en servicios sociales a tal fin.

¿Qué opinión le merece la Estrategia estatal de Desinstitucionalización?

Es loable. Aún se está construyendo. No obstante, es difícil conseguir el equilibrio oportuno entre mejorar la atención a las personas que viven en sus domicilios, intensificando con creces los apoyos que reciben, y seguir creciendo en plazas residenciales. Sobre todo, hay que hacer una apuesta firme y decidida por impulsar los servicios de asistencia personal, en los que las personas en situación de dependencia eligen a quienes les cuidan y dirigen y organizan la prestación de sus cuidados.

¿Cómo debería transformarse el modelo de apoyos y cuidados de personas en situación de dependencia ?

Debería transformarse desde el prisma de una mayor personalización, de la atención centrada en la persona, lo que afecta tanto a los modelos residenciales como a la atención domiciliaria. Además, se tienen que coordinar los servicios sociales y sanitarios, dado que muchas personas en situación de dependencia requieren simultáneamente de ambos servicios.

Es preciso buscar fórmulas flexibles que garanticen la viabilidad del actual modelo de apoyos domiciliarios, proponiendo un cóctel de atenciones más diversificado y adaptado a las necesidades reales de las personas en situación de fragilidad, y que considere la importancia de sus cuidadores principales. Hay que definir fórmulas flexibles e integrales, y diseñar los acompañamientos necesarios que las hagan efectivas. También es crucial incorporar la dimensión tecnológica en el hogar. La innovación y el desarrollo tecnológico deben pasar así a ser elementos substanciales de la oferta de servicios y prestaciones domiciliarias para la permanencia en el hogar de las personas mayores, en situaciones de dependencia o discapacidad. 

¿Contamos con todas las herramientas necesarias para que esto se convierta en una realidad?

Hay que cambiar culturas organizativas en los servicios sociales, pasar de modelos asistencialistas a modelos que respeten la dignidad y los derechos humanos, invertir más en estos servicios desde todos los niveles de las Administraciones Públicas y capacitar a los trabajadores para que presten una atención más personalizada. Se sabe qué hay que hacer, falta hacerlo. También se deben simplificar el acceso a los servicios y eliminar obstáculos burocráticos. Tenemos que pasar de modelos asistencialistas e institucionalizados a modelos donde las personas atendidas son las protagonistas de sus cuidados.

¿Qué papel juegan los servicios de proximidad en la atención a personas en situación de dependencia?

Un importante papel. La atención domiciliaria tiene un gran potencial para que las personas permanezcan viviendo en sus casas todo el tiempo que lo deseen. Por otra parte, los municipios deberían reservar espacios en sus planes de ordenación urbana para destinarlos a servicios residenciales y de atención en centros de día integrados en la comunidad, al igual que desde las residencias se puedan prestar apoyos a personas que viven en sus domicilios en la zona y éstas puedan acudir a las residencias a hacer uso de algunos servicios, tanto estancias de alojamiento temporal como actividades de ocio, comidas…

Desde la proximidad, la persona, a través del o la profesional, debería de tener a su disposición un catálogo flexible de las siguientes prestaciones y servicios. Y estos servicios deben complementarse con tecnologías. Asimismo, se deben coordinar con otras actuaciones como servicios sanitarios en el hogar, entre ellos la atención primaria y también la hospitalización domiciliaria; servicios de vivienda, para obras de adaptación del hogar, accesibilidad o para el acceso a viviendas de promoción pública o ayudas para alquiler, y actuaciones de voluntariado y buena vecindad. 

Hay que hacer una apuesta firme y decidida por impulsar los servicios de asistencia personal, en los que las personas en situación de dependencia eligen a quienes les cuidan y dirigen y organizan la prestación de sus cuidados

¿Confía en el nuevo modelo de atención residencial que se está implantando?

El Acuerdo sobre Criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia que publicó el Ministerio de Derechos Sociales en agosto de 2022 es un importante punto de partida. Hace una apuesta decidida por la atención centrada en la persona, por personalizar los espacios como son las unidades de convivencia en las residencias, habla de centros libres de contenciones – en el anterior acuerdo de 2008 ni se citaban las contenciones, como si no existieran-, eleva ratios de profesionales, dignifica el trabajo de los profesionales del sector, crea compromisos en materia de calidad y se destinan créditos para realizar las mejoras necesarias.

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales ha elaborado un documento con 10 ideas y 30 propuestas concretas para avanzar hacia un nuevo modelo de residencia para personas mayores, que ha sido presentado hoy, 24 de marzo. Estas son las 10 ideas y algunas de sus propuestas:

  • El nuevo modelo residencial comienza en casa. Los planes de atención individualizada (PAI) de la dependencia deben ser flexibles para compaginar y cambiar los diversos servicios y prestaciones domiciliarias y residenciales
  • Un servicio de proximidad. Informes sociales en el planeamiento urbano que aseguren la dotación en suelo consolidado y habitado, para centros residenciales
  • Ambiente hogareño: su casa. Un mínimo del 75% de habitaciones individuales, con una superficie no inferior a 15m2. Unidades de Convivencia para no más de 15 personas residentes, con sala de estar y comedores integrados, y una superficie no inferior a 4m2 por residente
  • Convivencia familiar. Acceso de los familiares a la habitación del residente y a servicios del centro. Posibilidad de comer los familiares o allegados en el centro con el residente cualquier día. Servicios para alojamiento de familiares en el centro en situaciones especiales.
  • Atención personalizada. Un profesional de referencia para no más de 5 personas residentes
  • Respetar la dignidad de la persona. Programas de reducción de sujeciones físicas y farmacológicas en todos los centros; un porcentaje no superior al 5% de sujeciones en los centros
  • Colaboración con el Sistema Público de Salud. Atención hospitalaria domiciliaria en los centros residenciales cuando sea posible, a cargo del personal del hospital
  • Plantillas bien dotadas, cualificadas y remuneradas. Ratio de 0,50 en todos los territorios que aún no lo tienen establecido, y alcanzar el 0,60 mínimo en todas las residencias en un plazo máximo de 5 años. Incrementos salariales no inferiores al 15%, que debe adoptarse de manera inmediata
  • Calidad, calidad, calidad. Establecer niveles de calidad de los centros residenciales, consensuados y evaluados por las Administraciones, como referencia para los precios de concertación de plazas o para la prestación vinculada.
  • ¿Un futuro sin centros residenciales? Flexibilizar el requisito de edad para el ingreso en un centro residencial de mayores, y superar el criterio de 65 años para definir la necesidad de plazas residenciales o de servicios para personas mayores

Ahora que tenemos elecciones cercanas, ¿qué pediría o reclamaría a los políticos para mejorar los servicios sociales y la atención personas en situación de dependencia?

Incrementar la inversión en servicios sociales y simplificar el acceso a los mismos. Lejos de nuevos discursos, fotos e intenciones, son necesarias medidas urgentes para evitar el sufrimiento y abandono de las personas más vulnerables de nuestro país. El Gobierno de España y los gobiernos autonómicos deben acometer reformas que agilicen los trámites. Es necesario simplificar los procedimientos y aplicar medidas de suspensión y flexibilidad del servicio o prestación sin necesidad de resolución de un nuevo procedimiento. Hay que avanzar hacia la prescripción social del profesional de referencia como único requisito para la ejecutividad y puesta en marcha de las prestaciones. Además, debe incluir la transparencia del Sistema de Información de la Dependencia. 

El compromiso de derogar el procedimiento administrativo que hace que las ayudas de emergencia social sean tratadas como cualquier subvención (incluso millonaria) a una entidad, y vincular su concesión y pago a procedimientos ágiles basados en la prescripción social facultativa del profesional de referencia de los Servicios Sociales municipales. ¿Se imaginan que la prescripción de un facultativo de la sanidad fuese sometida a estos procedimientos y que las prestaciones del Sistema de Salud tuvieran la consideración de subvenciones? Los pacientes morirían esperando la aprobación del interventor y del procedimiento administrativo.

La UNED, el Ayuntamiento de Fuenlabrada y la AEDGSS crean la primera Cátedra Universidad Empresa sobre innovación en servicios sociales y atención a personas en situación de dependencia. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a innovación en los servicios sociales?

La investigación e innovación en Servicios Sociales debe ser participativa e innovadora buscando promover el talento y la creatividad. Permitirá avanzar en la eficacia y mejora continua de las prestaciones a la ciudadanía, la prevención de viejas y nuevas necesidades sociales, la promoción y el desarrollo de recursos personales, grupales y comunitarios. 

En esos procesos se sitúa la utilidad de la investigación e innovación, debe ser liderada desde las instituciones responsables del Sistema de Servicios Sociales, contando para ello con las administraciones, organizaciones, profesionales, centros de investigación y agentes sociales. Acercar los servicios sociales a la investigación, y viceversa, es el compromiso y el reto actual. 

Los servicios sociales se enfrentan a una realidad cambiante, y las aportaciones eficientes requieren de orientaciones e innovaciones que actualicen convenientemente la intervención, la organización de los recursos, las directrices, las políticas que, desde criterios éticos, respondan cumplidamente a las necesidades y potencialidades del Sistema de Servicios Sociales. No hay innovación fundamentada y responsable sin investigación.

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales ha impulsado una Red de Cátedras. En ella,  el profesorado y los profesionales generan sinergias para avanzar en el futuro. Se ha constituido la Asociación de Cátedras de Servicios Sociales y Dependencia en España. 

Es imprescindible buscar sinergias entre el ámbito académico, los profesionales y las empresas de base tecnológica. Y así generar una cultura de innovación abriendo espacios participativos e implicando a todos los agentes involucrados

¿Qué se investiga en estas áreas y cómo?

En el actual contexto de reformulación de los Servicios Sociales se hace necesario el desarrollo de una estrategia de innovación centrada en la gestión de conocimiento, la mejora del trabajo de acompañamiento y los dinamismos relacionales sociocomunitarios. Los profesionales entienden que, en esta estrategia, deben primar los enfoques de abajo a arriba. También que hay que dar  relevancia a los espacios de formación, la sistematización y la transferencia con base en el análisis de prácticas.

Los servicios sociales no nacieron para investigar, pero su futuro depende de la investigación y la innovación. Y de la capacidad de transferencia. Es imprescindible buscar sinergias entre el ámbito académico, los profesionales y las empresas de base tecnológica. Y así generar una cultura de innovación abriendo espacios participativos e implicando a todos los agentes involucrados.

La investigación en los servicios sociales debe servir para los fines, la identidad y la consolidación de los servicios sociales. Y,  como Sistema, cuidar el impacto, la legitimidad social, la cooperación, la responsabilidad y el compromiso social.

La innovación e investigación en Servicios Sociales deben procurar la armonización entre lo humano y lo técnico. También legitimar el Sistema desde los resultados e impactos de prácticas basadas en la evidencia. Además, se deben desarrollar marcos de colaboración desde la responsabilidad pública.

Compartir en FacebookCompartir en TwitterCompartir en LinkedInCompartir en WhatsApp