“Iniciaremos el camino a otras formas de atención, donde prime la promoción de la autonomía personal”
María Victoria Broto Consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales de Aragón

“Iniciaremos el camino a otras formas de atención, donde prime la promoción de la autonomía personal”

María Victoria Broto

Consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales de Aragón

Priorizando siempre la atención centrada en la persona, Aragón ha apostado firmemente por servicios de prevención de situaciones de dependencia y promoción de la autonomía personal. En este sentido, la consejera María Victoria Broto defiende que el acento debe ponerse en modelos de cuidados en el entorno familiar el mayor número de años posible. “Cuando no haya otra alternativa, están las residencias, que deberán empezar a pensarse también como centros proveedores de servicios para aquellos mayores que están en sus domicilios y que precisan determinadas atenciones”, explica. Actualmente, y gracias a la vacunación masiva de residentes, los centros de Aragón han flexibilizado las restricciones: “Hay visitas, hay salidas… Ha vuelto la vida y la ilusión. Siempre nos hemos movido en un equilibrio muy medido y meditado entre la salud física y la emocional. Si las vacunas permitían ese alivio, debíamos ofrecerlo”. Además, Broto asegura que la pandemia ha permitido que la sociedad conozca el esfuerzo y la entrega de los profesionales sociosanitarios: “Es de justicia dar visibilidad a esa realidad”. Y la transparencia es una herramienta fundamental para mejorar la valoración de las residencias y los servicios que prestan.

 ¿Qué políticas sociales orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y en situación de dependencia de Aragón ha puesto en marcha su Consejería?

En septiembre de 2018 se aprueba la Estrategia de Atención y Protección Social para las Personas Mayores en Aragón. En ella, se recogen las actuaciones que el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales lidera, así como los programas de actuación previstos en respuesta a las nuevas necesidades sociales que se están presentando como la atención de las personas mayores que viven solas y la promoción y aseguramiento del buen trato a las personas mayores en nuestra comunidad autónoma.

Aragón ha apostado firmemente por la prevención, poniendo en marcha los Servicios PAP (Promoción de la Autonomía Personal) de prevención de la situación de dependencia y la promoción de la autonomía de las personas. Atienden de manera integral a las personas que transitan de la plena autonomía a la situación de dependencia en sus primeros estadios, así como a la familia que le apoya y cuida. Se dirigen fundamentalmente a personas mayores, aunque no solo, acogiendo también a personas en situación de dependencia a partir de 18 años. Este servicio, que nace en 2016, ha ido creciendo a lo largo de estos años y está prevista su ampliación durante este año dados los buenos resultados obtenidos.

¿En qué situación se encuentran actualmente las residencias de Aragón?

Las residencias de Aragón se encuentran consolidando la esperanza que anunció la vacuna el 27 de diciembre. En ese momento, había 40 brotes abiertos y más de 1.500 personas contagiadas; hoy, apenas tenemos 7 brotes registrados y una veintena de contagios, porque ya sabíamos también que la vacuna no es infalible, pero sí altísimamente eficaz, como está demostrando.

En estos cuatro meses, la situación ha cambiado: hay visitas, hay salidas…ha vuelto la vida y la ilusión. Ha sido un año tremendamente duro en las residencias, y es verdad que no hay que bajar la guardia y que el respeto a las normas debe seguir siendo nuestra guía, pero se respira esa esperanza.

Recientemente, su Consejería ha flexibilizado las restricciones que afectaban a las residencias de mayores de Aragón desde el inicio de la pandemia. ¿Qué ha motivado esta decisión? ¿Y cuáles son esas nuevas medidas?

La decisión vino motivada por el avance de la vacunación y siempre bajo el control de Salud Pública. A finales de febrero, dos meses después de que hubiera comenzado, entendimos -por el descenso de contagios y la nueva situación- que era el momento de flexibilizar las medidas. Siempre nos hemos movido en un equilibrio muy medido y meditado entre la salud física y la emocional. Si las vacunas permitían ese alivio, debíamos ofrecerlo a los resientes y a sus familias, que tanto han sufrido en el último año.

Los cambios más importantes han sido autorizar que las personas mayores o con discapacidad que viven en centros residenciales de Aragón, y que han recibido la vacunación completa contra la Covid, puedan salir de los mismos por periodos inferiores a diez días y puedan regresar a su residencia sin necesidad de someterse a ninguna prueba ni pasar aislamiento; y que pueden recibir visitas de hasta cuatro familiares juntos y el número de veces a la semana que permita la organización del centro.

El sector de atención a las personas mayores y en situación de dependencia ha denunciado en numerosas ocasiones que el coronavirus ha dañado su reputación injustamente. ¿Qué opina al respecto? ¿Qué propone para invertir esta situación?

Es cierto que ha habido mucha información, no siempre bien contextualizada, que sí ha podido hacer daño, evidentemente. La situación ha sido complicada para todos, se han vivido momentos de miedo e incertidumbre, pero dentro de una pandemia y de un desconocimiento general del enemigo al que nos enfrentábamos: un virus que ha matado a casi tres millones de personas en el mundo y que ha sido especialmente agresivo con los mayores, también en todo el mundo.

Dicho esto, esta crisis también ha obligado a poner en el centro del debate el cuidado a los mayores y el modelo que hemos elegido como sociedad; ha permitido que la ciudadanía conozca el esfuerzo y la entrega de unos profesionales, los sociosanitarios, que son y han sido esenciales. Los equipos de las residencias han sido la familia de los mayores en su confinamiento: su voz, su apoyo, su sustento. Eso también ha llegado a la sociedad y eso también forma parte de la imagen que hoy tenemos de las residencias. Dar visibilidad a esa realidad, a ese cariño, a esa entrega y profesionalidad es también de justicia y rigor. Nuestro Departamento también trabaja para que así sea. La transparencia es una herramienta fundamental para mejorar la valoración de las residencias y sus servicios

¿Qué partida ha destinado su Consejería para ayudar a las residencias a afrontar los gastos sobrevenidos por la pandemia? ¿Por qué lo considera necesario?

Durante toda la pandemia, y especialmente en los momentos más duros, todas las residencias de Aragón recibieron la misma atención: a todas llegó el material de protección del que se disponía en ese momento y todas recibieron el apoyo del Departamento, con sus técnicos, para llevar a cabo las sectorizaciones y traslados cuando se declaraba un brote. Ningún centro ha estado solo en este trance, fuera público o privado.

Las intervenciones realizadas –nueve hasta la fecha- también han ayudado a seguir atendiendo a los resientes cuando la situación era extremadamente complicada. Además, se crearon bolsas de trabajo con el objetivo de cubrir a la mayor brevedad las bajas de los profesionales. Añadido a este apoyo, publicamos una línea especial de subvenciones de 1,5 millones de euros destinada a cubrir los gastos extraordinarios que los centros asumieron a causa de la pandemia. Muchas tuvieron que hacer frente a estos desembolsos y era de justicia ayudarles.

¿Qué son las bolsas de empleo de las residencias de Aragón? ¿Cuándo nacieron y cómo funcionan?

Las bolsas de trabajo se crearon específicamente para la pandemia. Habilitamos dos desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS): una para personas con titulación específica en el sector y otra en la que no se pedía titulación para cubrir otros puestos en un momento de extrema urgencia y alarma. Había que dar respuesta a los centros, porque había que seguir atendiendo a los mayores y nos acogimos a las excepciones que recogía el propio estado de alarma para ser eficientes. Hoy, esas bolsas, afortunadamente, están cerradas. En estos momentos, hay cuatro trabajadores contagiados en todo Aragón. Ya no son necesarias.

Tras la experiencia vivida, ¿considera que el modelo de atención residencial debería replantearse?

En la sociedad actual y con la situación demográfica que tenemos, que evidencia que el envejecimiento de la población va a ser exponencial, el acento debe ponerse en modelos de cuidados en el entorno, que faciliten la autonomía de los mayores el mayor número de años posible. Cuando no haya otra alternativa, estarán las residencias, pero no solo para quienes precisen vivir allí. Estas residencias también deberán empezar a pensarse como centros proveedores de servicios para aquellos mayores que están en sus domicilios, pero precisan determinadas atenciones.

La atención residencial siempre debe plantearse con el modelo de atención pensada en la persona, pensado en su historia y en su bagaje a lo largo de su vida.

Por otra parte, los servicios de atención domiciliaria han tenido un papel protagonista durante los meses más duros de la pandemia. Y siguen teniéndolo. ¿Qué medidas ha adoptado su departamento para que la ayuda a domicilio y la teleasistencia lleguen al máximo número posible de personas que lo necesiten?

La pandemia ha puesto de manifiesto la relevancia de los servicios de ayuda a domicilio y de teleasistencia, modalidades de atención que han venido para quedarse. Deben ser reforzadas dentro de las políticas públicas de atención a las personas en situación de dependencia, en las que debe primarse lo máximo posible la permanencia de las personas en su entorno social y la potenciación de los servicios de apoyo y de proximidad. La evaluación del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia que durante el presente año 2021 se está realizando a nivel estatal, permitirá sin duda diseñar y potenciar nuevos modelos de atención.

¿Cuándo será una realidad en Aragón la teleasistencia avanzada?

El pasado mes de noviembre de 2020, se puso en marcha un proyecto piloto entre el Gobierno de Aragón y Fundación DFA para la realización de un análisis, estudio y desarrollo de posibles soluciones tecnológicas avanzadas en el fomento de la autonomía personal y el cuidado de la salud de personas con discapacidad, cronicidad y dependencia.

El proyecto tiene una duración de un año e involucra el uso de aplicaciones móviles orientadas a fomentar la autonomía de estas personas dentro y fuera del hogar, a la vez que permite a sus familiares y personas cercanas estar al corriente en todo momento de su situación, así como su monitorización por un centro de atención especializado, cuya misión es facilitar la interacción entre ellos y la intervención ante determinadas situaciones de riesgo.

El uso de las nuevas tecnologías permitirá analizar, además, con las variables de salud y hogar, el impacto de estas soluciones tecnológicas en el mantenimiento de la autonomía de usuarios que muestran patologías muy diversas. Los resultados obtenidos permitirán, sin duda, impulsar la modalidad de teleasistencia avanzada en nuestra comunidad autónoma como una prestación más dentro del Catálogo de Prestaciones.

¿Y la coordinación sociosanitaria? Sobre todo, después de los problemas que han vivido las residencias en los momentos más duros de la pandemia, cuando reclamaron más atención a Sanidad.

En Aragón esa coordinación ha ido creciendo y afianzándose durante toda la pandemia y se ha intentado que todos los centros estuvieran atendidos. Se ha trabajado siempre de la mano con Salud Pública, porque son sus profesionales quienes han tomado las decisiones sanitarias en las residencias.

Este verano presentamos también el “Programa de atención a la salud de personas en centros residenciales” para afianzar la coordinación. Este protocolo es una base que se va completando, que necesita un tiempo para cumplirse en su totalidad y que nos ha permitido saber en qué puntos queremos avanzar y cómo podemos hacerlo. En los últimos meses, la campaña de vacunación ha sido el ejemplo más paradigmático de colaboración. Pero también lo es la elaboración de planes de contingencia (que aparece en el protocolo) con los que ya trabajan los centros y se sigue avanzando en la asignación de profesionales de referencia y en programas de atención a la salud de personas en centros residenciales.

Al final, el objetivo es ordenar y protocolizar algunas acciones que ya se estaban llevando a cabo y entender que cada residente tiene en su centro de salud, como cualquier ciudadano, a su médico o enfermero de referencia que debe realizar su seguimiento, con su historial y con los planes de Salud Pública para estas franjas de edad.

¿Qué opina del Plan de Choque en Dependencia? ¿Cree que conseguirá impulsar definitivamente el desarrollo e implantación de la Ley de Dependencia?

El Plan de Choque anunciado por el Gobierno central es una decisión demandada, esperada y necesaria que, si bien no viene a cubrir la mitad del gasto que la comunidad tiene en dependencia, como marca la ley, supone un incremento del 50 % respecto a lo que se recibía y un paso muy importante en el avance hacia ese objetivo. Recordemos que el plan prevé el reparto en todo el país de 618 millones de euros, de los que 19 llegarán a Aragón.

Con esta cuantía, se incrementará el “nivel mínimo” que se paga a cada autonomía en función de las personas atendidas y su grado de dependencia y, por otra, del denominado “nivel acordado”. Estos 19 millones se suman a los 39 millones que ya aportaba el Estado y que suponen, por tanto, 58 de los más de 232 millones que invierte el Gobierno de Aragón para atender a las personas con dependencia de la comunidad. Con este paso, se recupera el grave recorte que sufrió la dependencia en 2012. 

Respecto a los fondos de recuperación y resiliencia de la Unión Europea, ¿qué proyectos ha presentado su Consejería destinados al sector de atención a las personas mayores y en situación de dependencia?

A la espera de que todo se concrete, con las partidas que lleguen por esa vía queremos mejorar las convocatorias de innovación social, incrementar los recursos para la Red de Integración de Personas con Discapacidad, potenciar los programas de promoción de la autonomía personal, fomentar iniciativas sociales de empleo adaptado en el ámbito local, potenciar estrategias de inclusión o poner en marcha un plan piloto de asistencia técnica a personas mayores que viven solas y la promoción del buen trato.

 ¿Qué proyectos o acciones se plantea como retos para este año?

Nos hemos planteado iniciar el camino a otras formas de atención donde prime la promoción de la autonomía personal, los primeros cuidados en el entorno social y familiar de las personas, durante el mayor tiempo posible, y poder garantizar los cuidados más especializados en la última etapa de sus vidas garantizando siempre la atención centrada en la persona. Por supuesto, seguir trabajando para mejorar el acceso a las prestaciones que prevé la Ley de Dependencia va a ser también uno de los objetivos en los que vamos a trabajar sin descanso para recuperar la senda que iniciamos en 2015.

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