Isabel Blanco. Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León

“Las nuevas tecnologías al servicio de las necesidades y preferencias de las personas permitirán extender el modelo Atención en Red a todo el territorio”

Isabel Blanco

Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León

Combinar los cuidados en el domicilio y en centros residenciales para prestar cuidados individualizados a las personas mayores, con dependencia o discapacidad es el objetivo del modelo Atención en red, un proyecto innovador que forma parte del sistema de atención a la Dependencia 5.0.

Un ambicioso proyecto que, tal y como subraya la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, pretende extenderse en 2023 a todo el territorio de Castilla y León “para que las personas mayores puedan seguir viviendo en sus domicilios”. Y, al mismo tiempo, añade Blanco, “estamos implantando el nuevo modelo de atención residencial, basado en unidades de convivencia, que permitirá a las personas mayores sentirse como en su hogar”. Además, se convertirán en centros multiservicios que prestarán servicios en red a otras personas del entorno comunitario. En este proceso, Blanco destaca el papel protagonista de las nuevas tecnologías, mediante la implantación de la Teleasistencia Avanzada, las estaciones de Telemedicina y la digitalización del Catálogo de Servicios Sociales.

Castilla y León está inmersa en la implantación del nuevo modelo de Atención a la Dependencia 5.0. Explique sus elementos diferenciadores y su grado de implantación en la Comunidad. ¿Cuáles son los objetivos para 2023?

Cuando arrancamos con la implantación del modelo de Atención a la Dependencia 5.0, el objetivo era poner el uso de las nuevas tecnologías al servicio real de las personas mayores, en este caso concreto, al servicio de las personas dependientes. El proyecto se basa en el modelo de Atención en Red, que combina los siguientes elementos:

  • Que las personas puedan residir en sus casas, estando igual de atendidas que si estuvieran en un centro residencial.
  • Transformar las residencias en centros multiservicios, como si habitaran en sus propios domicilios.
  • Implantar el uso de las nuevas tecnologías como la Teleasistencia Avanzada, las estaciones de Telemedicina y la digitalización del Catálogo de Servicios Sociales para que, a golpe de click, los usuarios del sistema puedan acceder a las diferentes prestaciones.
  • Uso de la robotización y de la domótica aplicada a las tecnologías de los cuidados.

Uno de los objetivos para 2023 es extender el modelo de Atención en Red a todo el territorio de Castilla y León. Actualmente, ya está implantado en Zamora, Salamanca, Burgos y Palencia, se está implantando en Segovia y se han realizado pilotajes en Ávila y Valladolid.

¿Cómo se conjugan los cuidados en el domicilio y los cuidados en centros residenciales?

El proyecto de Atención en Red pilota sobre los cuidados en el domicilio y en centros residenciales. Pero, además, sobre la utilización de las nuevas tecnologías para combinar ambos y favorecerlos.

Castilla y León es un territorio muy extenso, eminentemente rural, con 2248 municipios y más de 5000 pueblos, de los que solo 15 tienen más de 20.000 habitantes. Ante este escenario, lo que pretendemos con Atención en Red es que las personas mayores que quieren quedarse en su domicilio puedan ser atendidas con una cartera de servicios, con un coordinador de caso particular, con una domotización de esas viviendas y una sensorización a través de la Teleasistencia Avanzada. Y teniendo en cuenta la figura del asistente personal y de la ayuda a domicilio para que puedan permanecer en su domicilio el mayor tiempo posible por dos motivos: porque las personas así lo desean y porque ayuda a fijar población.

De esta manera, las personas que quieran quedarse en su casa estarán perfectamente atendidas y monitorizadas: tendrán una respuesta rápida ante cualquier problema y recibirán ayuda en su día a día. Asimismo, contemplamos la adaptación arquitectónica, técnica y profesional del domicilio.

Combinado con esto están los centros residenciales. Cuando una persona ya no puede o no quiere quedarse en su vivienda y desea vivir en un centro residencial, tenemos que hacer que sean lo suficientemente confortables como para que se sientan como en su casa. Esto se consigue a través del nuevo modelo de atención residencial que se está implantando, basado en unidades de convivencia de entre 12 y 16 plazas, que tienen unos profesionales de referencia.

La mayoría de unidades están formadas por habitaciones individuales, pero los residentes comparten una serie de servicios (comedor, peluquería, fisioterapia…), que se pueden extender a otros usuarios del municipio. Es decir, si una residencia ofrece una serie de servicios a quienes viven en ella, también podrán prestarlos a las personas del programa Atención en Red que viven en sus propios domicilios. De esta forma, contribuimos a la sostenibilidad al sistema y a los centros residenciales, ampliando los servicios que se prestan en los municipios.

El programa Intecum permite a las personas recibir cuidados en su domicilio hasta el final de su vida. ¿Cómo ha sido acogido?

El programa Intecum es uno de los más bonitos que tenemos, más reconocidos y valorados: los usuarios que han pasado por él y sus familias le dan una valoración de 9,5 sobre 10. Consiste en que las personas fallezcan en su domicilio y que, hasta ese momento, reciban todos los cuidados que necesitan desde el punto de vista sanitario (cuidados paliativos). Pero también desde el punto de vista social, adaptando el domicilio (rampas, bañeras, modificar pasillos…), proporcionándoles elementos que puedan necesitar (camas articuladas, grúas, sillas de ruedas, andadores, etc.) y, algo muy importante cuando hablamos de personas y de programas de atención, poniendo a su disposición la asistencia personal, social y la ayuda psicológica, tanto para ellos como para sus familias.

¿Qué papel juega la tecnología para lograr una atención de calidad, sobre todo para impulsar la teleasistencia?

Para implantar el modelo de Atención a la Dependencia 5.0 y de Atención en Red es imprescindible el papel de las tecnologías. En Castilla y León, la Teleasistencia Avanzada ya es gratuita para todos los usuarios que la soliciten. Supone un gran salto, porque pasamos de lo que se conoce como “el botón” a una serie de servicios asociados a esas prestaciones. Se trata de servicios, desde el punto de vista técnico, con nuevos sensores, por ejemplo, de movimiento o de detección de humos, y con nuevos aparatos en el caso de caídas, como relojes o pulseras.

Pero también incluye novedades desde el punto de vista de la asistencia proactiva, es decir, no solo es el usuario el que llama o toca el botón cuando tiene un problema, sino que también los profesionales que están al otro lado llaman al usuario. Además, ofrece servicios para poder detectar situaciones de soledad no deseada, de soledad cronificada, situaciones de duelo, etc.

Todo ello, supone un gran salto, ya que sin la Tecnología Avanzada no podríamos implantar el modelo. Por lo tanto, es uno de los pilares básicos para que las personas puedan vivir en su propio domicilio. En este sentido, recientemente, hemos licitado un contrato único de 40 millones de euros para los próximos tres años, que empezó a funcionar el 1 de enero de 2023. Pretendemos que todos los usuarios de Castilla y León reciban el mismo servicio, independientemente de donde vivan, en una capital o en un municipio pequeño. Actualmente, hay unos 42.000 usuarios de este servicio en toda la Comunidad y el objetivo es llegar a los 50.000 en 2025.

En definitiva, ponemos las nuevas tecnologías al servicio de las necesidades y preferencias de cada persona. Estamos hablando de servicios de atención proactiva para interesarse por las necesidades del usuario, de alarmas y comunicaciones automáticas contando, además, con un teleoperador de referencia.

Recientemente, el Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia acordó la modificación del Real Decreto 1051/2013, que regula las prestaciones del Sistema de Dependencia. ¿Qué opina de algunos aspectos como el incremento de las cuantías máximas de las prestaciones económicas?

En Castilla y León, hemos apostado siempre por incrementar las prestaciones máximas, dar más al que menos tiene y al que más lo necesita, sobre todo a las personas más dependientes que son las que tienen Grado II o Grado III. De hecho, esa fue la postura que defendimos dentro del Consejo Territorial, que era necesario subir más las prestaciones económicas.

Mientras que el Ministerio habla de que en el Grado III la prestación máxima esté alrededor de los 700 euros, desde la Junta de Castilla y León entendemos que tiene que estar más cerca de los 1.100 euros. No vemos lógico, si queremos unos cuidados profesionales, que las prestaciones, por ejemplo, de cuidados en el entorno personal aumenten mientras que las prestaciones vinculadas, que son las que ayudan a pagar los centros residenciales, a sufragar servicios de calidad, no suban nada más que un 4,5 %, cuando el coste de la vida está subiendo en torno a un 10 %.

Nosotros vamos a seguir trabajando para subir las cuantías mínimas que tenemos establecidas. Entendemos que es más importante beneficiar a aquellas personas que menos tienen que incrementar las cuantías mínimas para aquellas personas que no lo necesitan, porque tienen unas rentas lo suficientemente altas. Ahí no estamos de acuerdo con la propuesta que hizo el Ministerio. Pero damos la bienvenida a que haya unas prestaciones mínimas, porque nosotros ya las teníamos frente a otras comunidades o frente al Estado, que establecía 0 euros como prestación mínima, y estudiaremos la implementación y el aumento de estas.

Respecto al Acuerdo de Acreditación y Calidad de centros y servicios, aprobado en junio de 2022, ¿qué opina de la limitación de entre 75 y 120 plazas en residencias, unidades de convivencia de un máximo de 15 personas y el incremento de la ratio de personal, entre otras medidas?

Nosotros estamos de acuerdo con gran parte del mismo, ya que está basado en el modelo que estamos desarrollando en Castilla y León. Por ejemplo, respecto a las 15 personas en las unidades de convivencia, nosotros planteamos entre 12 y 16 y, por tanto, está totalmente alineado.

En su día votamos que no, porque no estábamos de acuerdo con alguno de los aspectos que planteaba, sobre todo, que se modificara el acuerdo en el mismo Consejo Territorial sin posibilidad de estudiarlo. Y lo más importante es que era un acuerdo que venía sin financiación garantizada. De hecho, dentro del propio acuerdo se indica que, si no hay una financiación, no será de obligado cumplimiento, es decir, habría que firmar unos convenios. Esperamos que haya esa financiación, porque el acuerdo es muy similar a lo que ya estamos implantando en Castilla y León.

Todas ellas son medidas que traen consigo un incremento de la financiación. ¿Con qué presupuesto cuenta su departamento para atender las necesidades sociales de las personas mayores y en situación de dependencia?

Sin duda, tenemos un compromiso firme con las personas mayores, dependientes y con discapacidad. De ahí el importante esfuerzo que estamos realizando para transformar el sistema de Servicios Sociales en Castilla y León, basado en el nuevo modelo de atención a la Dependencia 5.0. Para ello, hemos incrementado el presupuesto destinado a la atención a la dependencia en 121 millones de euros, hasta alcanzar los 800 millones, casi un 8 % más que en 2021. Asimismo, la atención a las personas mayores contará en los presupuestos de este año con 275,5 millones de euros, 46 millones de incremento que, en buena medida, destinaremos a luchar contra la soledad no deseada.

Además, Castilla y León tiene un compromiso real con la implantación del Sistema de Dependencia. El año pasado ya subimos la prestación vinculada para las personas dependientes un 6,2 % y este año aumentan nuevamente en un 10 %, de la misma manera que subimos el precio de las plazas concertadas.

Castilla y León cuenta con más de 48.000 plazas residenciales, siendo la tercera comunidad, después de Cataluña y Madrid, en número de plazas de este tipo, con una diferencia de población muy significativa: somos la única o de las pocas comunidades con una ratio superior al 5 % de plazas residenciales. En concreto, estamos cerca del 8 % de las plazas y, de estas, el 80 % tiene financiación pública, bien porque son plazas públicas de la Gerencia de Servicios Sociales, de las diputaciones o ayuntamientos, bien porque son plazas concertadas o bien porque se financian a través de la prestación vinculada a los servicios.

Además, hemos subido ya las prestaciones máximas un 10 % de media y vamos a subir el precio de las plazas concertadas para que los centros puedan ir adaptándose al nuevo modelo.

Eso no quita para que sigamos demandando al Gobierno que financie al 50 % los Servicios Sociales. En la actualidad, Castilla y León aporta en torno al 70 % y el Ministerio alrededor del 30 %.

En cuanto a los fondos europeos, ¿cuál está siendo su principal destino para mejorar la atención de las personas mayores, en situación de dependencia y con discapacidad?

Estamos destinando el grueso de los fondos a la modernización de los centros de atención residencial de titularidad de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, adaptándolos al nuevo modelo, así como a la implementación de todas las novedades tecnológicas: robots, estaciones de Telemedicina… También a mejorar los problemas de accesibilidad de muchas edificaciones.

Tras todo lo expuesto, ¿qué retos se plantea a corto y medio plazo?

Afrontamos el 2023 con mucho trabajo y con mucha ilusión. El principal reto que nos planteamos es seguir implantando el modelo de Atención a la Dependencia 5.0 para que sea una realidad en todo el territorio de Castilla y León a la mayor brevedad posible. Otro de los objetivos para este año es la aprobación de la Ley de Atención Residencial.

 

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