El servicio de ayuda a domicilio será una parte importante del futuro de los cuidados

“El servicio de ayuda a domicilio será una parte importante del futuro de los cuidados”

Clece tiene un fuerte compromiso con la sociedad, que se materializa en acciones para impulsar la empleabilidad, la inclusión laboral de colectivos  desfavorecidos, la sensibilización en torno a problemáticas sociales y el cuidado de personas mayores y dependientes.

En el ámbito de las personas mayores y dependientes, Clece ofrece respuestas eficaces a las necesidades actuales y, para ello, practica la escucha activa de usuarios y empleados, al mismo tiempo que apuesta por la innovación tecnológica para potenciar la autonomía personal y garantizar el bienestar. Así nos lo explica su presidente Cristóbal Valderas en esta entrevista, en la que asegura que «el servicio de ayuda a domicilio será una parte importante del futuro de los cuidados».

Con Valderas, ingeniero de caminos de formación que acabó en el sector servicios por casualidad, hemos dialogado sobre la necesidad de una mayor sensibilización y dignificación del sector de los cuidados, sobre las nuevas apuestas de futuro como CleceVitam, sobre la solidaridad y el apoyo entre personas y sobre las alternativas más interesantes de atención a los mayores.

Podría decirse que la sociedad ha vivido un antes y un después de la pandemia provocada por la COVID-19, que ha afectado especialmente a las residencias, cuya ocupación se ha reducido en más de un 25 % de media. ¿Considera que el actual modelo de atención residencial necesita una revisión?

No era necesaria una pandemia para darse cuenta de que los cuidados no estaban en la agenda política. No en vano, en España se destina un 0,7 % del PIB a los cuidados, cuando la media que dedican los países de la OCDE es del 1,7 y la de los más concienciados, del 3,5 %. Y no se trata de riqueza, porque se está hablando de porcentaje de PIB, sino de sensibilidad.

Sin embargo, la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de mejoras del sector, entre ellas la financiación, la sensibilidad, las soluciones de futuro, etc.

A este respecto, ¿en qué sentido está trabajando CleceVitam?

Una solución de futuro por la que apostamos es CleceVitam. Estamos creando una red de residencias privadas, sin concertación pública, que se caracterizan por su nivel asistencial. Buscamos la excelencia en el cuidado de las personas mayores. Y, en este sentido, la ratio de profesionales que conforman los equipos multidisciplinares (gerocultores, médicos, enfermeras, psicólogos…) es superior a la media.

Otra de las peculiaridades de los centros CleceVitam, además de la calidad asistencial, la conforman sus instalaciones y ubicación. Se trata de edificios emblemáticos en el centro de las ciudades, que estamos reformando y adaptando a las necesidades de las personas mayores. Para ello, llegamos a acuerdos de cesión de edificios con todo tipo de instituciones, pero sobre todo religiosas que ya tienen poca actividad, los reformamos y nos hacemos cargo de los miembros de la congregación.   

De momento, contamos con 15 residencias  y están teniendo una gran aceptación.

Por otra parte, Clece sigue gestionando unas 150 residencias públicas, pero CleceVitam es la línea de futuro en la que estamos trabajando. Se trata de un concepto nuevo.

«Si diéramos ayuda a todas las personas que tienen reconocido ese derecho, habría que contratar a 40.000 profesionales más de ayuda a domicilio»

Los servicios de atención domiciliaria han tenido un papel protagonista durante los meses más duros de la pandemia. De hecho, la Administración Pública ha expresado su apoyo decidido a la prestación de servicios de proximidad frente a las residencias.

El impulso que el Gobierno quiere dar a la ayuda a domicilio nos parece un paso importante. Pero partimos de una base complicada. Hay 226.996 personas que tienen aprobada la ayuda y todavía no la están recibiendo y 141.000 solicitudes que todavía no se han valorado, es decir, 367.996 personas en la lista de espera de dependencia. Además, 152 personas mueren al día esperando el servicio de ayuda a domicilio.

La parte positiva es que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, a través de la Secretaría de Estado, ha firmado el Plan de Choque de Dependencia y se ha comprometido a reducir en 60.000 personas la lista de espera antes del 31 de diciembre.

Es cierto que la aportación del Estado a la dependencia es poco ambiciosa, ha pasado de un 15 a un 17 %, aunque debería ser del 50%, pero al menos se ve la intención.

Hay mucho por hacer, pero nosotros hemos encontrado una ráfaga de aire fresco y de buena disponibilidad por parte del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Desde la creación de la Ley de Autonomía Persona y Dependencia, no se había visto un impulso de este calibre.

Si diéramos ayuda a las personas que tienen derecho habría que contratar 40.000 profesionales más en ayuda a domicilio en España. Eso significa 40.000 personas menos en el paro. Otra cuestión importante es que la inversión que se hace en la contratación de estos trabajadores revierte en más del 50 % en impuestos a la sociedad.

Además el Servicio de Ayuda a Domicilio ayuda a vertebrar la España vaciada, porque los cuidadores son vecinos del pueblo que atienden a otras personas mayores del pueblo, que se conocen entre ellos. Es un círculo mágico que no entiendo cómo no se pone en marcha, aunque reconozco que no es fácil gestionar esta lista de espera.

«El Servicio de Ayuda a Domicilio ayuda a vertebrar la España vaciada»

¿Se ha detectado un incremento en la demanda del servicio de ayuda a domicilio?

En Madrid, la demanda del servicio de ayuda a domicilio bajó hasta un 60% con la pandemia. Los usuarios tenían miedo de ser contagiados. Para las empresas que nos dedicamos a esto y que cobramos por horas podría haber sido complejo, pero la mayoría de las Administraciones Públicas se han portado extraordinariamente, pagando incluso el 100 % del servicio, haciéndose también así  cargo del absentismo provocado por la pandemia. Poco a poco se ha ido reponiendo y, ahora, se puede decir que se ha recuperado el 80 % de los usuarios, con variaciones entre las zonas rurales, que están llegando al 100 %, y las grandes ciudades, que aún se resisten. Pero con las vacunaciones la recuperación será total.

Creo que España, a través de sus Administraciones Públicas y de las empresas, ha salvado la pandemia, en el sector de ayuda a domicilio, muy dignamente.

¿Hay puntos de mejora que se hayan puesto de manifiesto en ayuda a domicilio?

Lo más importante es dignificar el sector de la ayuda a domicilio. Y dignificar no solo consiste en cobrar más, sino que también se tiene que trabajar en la conciliación laboral, en dar el mayor número de horas posibles a los trabajadores para que tengan un sueldo digno, en gestionar las rutas, en conseguir que las empresas que ofrecen el servicio sean serias, en que los pliegos de condiciones garanticen unas condiciones mínimas para prestar un servicio de calidad… Por tanto, se requiere concienciación y sensibilización por parte de las empresas, pero también de las Administraciones Públicas, que son las que elaboran los pliegos de condiciones.

Es una buena noticia que se le dé importancia a los servicios se ayuda a domicilio, porque creo que van a ser una parte importante de la solución de los cuidados, ya que los mayores desean permanecer en casa el mayor tiempo posible.

«La ayuda a domicilio y la teleasistencia deberían estar integradas para mejorar la atención y reducir costes»

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