Modalidades de formación

Formación presencial, a distancia, online o mixta. No hay una modalidad que se imponga frente a otra, ya que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, dependiendo del perfil del alumno, metodología, contenido del curso, etc. Pero lo que resulta innegable es que la aportación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ha ampliado la oferta formativa y flexibilizado su acceso. En este reportaje, además de exponer los pros y contras de cada una de las modalidades, contamos con la experiencia de un profesional que continúa formándose y los conocimientos de un docente vinculado al sector de atención a la dependencia.

 

Modalidades de formación

Las principales premisas que harán que nos decidamos por un curso en detrimento de otro, además de su modalidad, son su coste, desplazamientos, horario, actualización de los materiales, contenidos y excelencia de los docentes, entre otros factores. Las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han flexibilizado la formación y han facilitado el diseño de nuevas modalidades de impartición e-learning, a través de simuladores, comunicación en red, videoconferencia, chat, foros, etc.

En el sector de atención a la dependencia existen perfiles profesionales que pueden optar por un curso online, porque las materias impartidas no requiere de una interacción personal. Es el caso de, por ejemplo, un director de centro que desee ampliar sus conocimientos en gestión de personal, recursos humanos, prevención de riesgos laborales, etc. Sin embargo, un trabajador de atención directa que quiera mejorar sus habilidades en cambios posturales, curas o higiene necesitará recibir también clases presenciales y prácticas. Por consiguiente, la modalidad del curso será un elemento fundamental que determinará el éxito o fracaso de una acción formativa, dependiendo del perfil del alumno, su destreza en el manejo de las TIC y su pretensión profesional.
Conozcamos las características de las diferentes modalidades de formación.

Presencial
La más aconsejable para el aprendizaje de áreas relacionadas con la atención directa de personas en situación de dependencia. Imprescindible para mejorar habilidades.

• Ventajas
– Contacto directo entre profesor y alumnos.
– Es la más interactiva, lo que ayuda a una mejor y más rápida asimilación de los conocimientos.
– Recomendable para aquellas personas que no tienen hábito de lectura ni de estudio.
– La resolución de dudas es más rápida y efectiva. El profesor siempre está disponible.

• Inconvenientes
– Suele ser más costosa que otras modalidades.
– Escasa flexibilidad: tiene una clara limitación geográfica y horaria.
– El ritmo de trabajo lo impone el profesor.

A distancia
Los alumnos reciben el material didáctico al comienzo del curso, que suele constar de un manual dirigido al autoaprendizaje con ejercicios prácticos, un CD con contenidos interactivos y pruebas de evaluación.

Además, esta modalidad suele facilitar al alumno un tutor que atiende consultas, resuelve dudas, propone ejercicios prácticos y hace un seguimiento del proceso de aprendizaje. Para facilitar el feedback, se contemplan diferentes vías de comunicación entre profesor y estudiante: teléfono, correo electrónico y web. Y como elemento de apoyo, estos cursos suelen incluir el acceso a un aula virtual de formación que pone a disposición del alumno los siguientes servicios: contenidos interactivos multimedia, biblioteca, archivador electrónico, foros de debate, tablón de anuncios, correo electrónico, etc.

Esta modalidad es muy útil para adquirir conocimientos técnicos o para mejorar la gestión, pero no es aconsejable para el desarrollo de habilidades sociosanitarias.

• Ventajas
– Los cursos a distancia no requieren la presencia física del alumno en una clase o centro de formación tradicional, lo que permite compatibilizar su formación con otras actividades.
– El alumno puede establecer sus horarios, el ritmo y el lugar de realización del curso.
– Suele ser la modalidad más económica.
– Buena para alumnos autodidactas.

• Inconvenientes
– El contacto con el profesor es más limitado: tutorías por teléfono y online. Por consiguiente, la resolución de dudas es más lenta.
– Poco aconsejable para personas sin hábitos de lectura o estudio.
– Se necesita un ordenador con conexión a Internet.
– Requiere más autodisciplina.

Online o e-learning
Optimiza al máximo las posibilidades que ofrecen las TICs. Materiales interactivos y actividades, tanto individuales como grupales, se combinan para que el alumno participe de forma activa y sea el protagonista de su proceso formativo.

El estudiante cuenta, además, con un equipo pedagógico especializado: profesores expertos en las diferentes materias resuelven dudas, corrigen y evalúan las actividades prácticas; y asesores pedagógicos motivan y orientan al alumno en su proceso formativo y realizan el seguimiento de su participación. Además, esta modalidad suele ofrecer también un tutor y un aula virtual.

Hay expertos que defienden que, cuando se generalice la implantación de la realidad virtual, la formación online se convertirá en la más solicitada. Sin embargo, actualmente no es viable para aquellas acciones formativas que requieran la interacción entre personas. De hecho, esta modalidad es la más difícil de implementar porque demanda una participación más activa, tanto de los estudiantes como de los docentes, y una tecnología más avanzada que no siempre es dominada por el alumno.

• Ventajas
– Mismas ventajas que los cursos a distancia en cuanto a que no requieren la presencia física del alumno, sin limitación geográfica ni horaria.
– Al emplear diferentes soportes y medios, el alumno tiene más recursos que ayudan a la asimilación de los contenidos.
– Algunos cursos online incluyen clases presenciales.

Modalidades de formación
– El tutor guía al alumno en el proceso de aprendizaje. Perfecto para alumnos autodidactas.
– Interacción con otros alumnos a través de foros, chat, videoconferencia, etc. Además, las actividades que se proponen suelen ser simulaciones que preparan mejor al alumno para el análisis y resolución de conflictos en situaciones reales.
– Gran variedad de materiales disponibles, que se pueden adaptar y actualizar.• Inconvenientes
– El contacto con el profesor para resolver dudas es más limitado: tutorías por teléfono y/o online. La resolución de dudas es más lenta.
– Poco aconsejable para personas sin hábitos de lectura o estudio.
– El alumno necesita ordenador y conexión a Internet. Asimismo, requiere de un mayor conocimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
– Es la modalidad que más autodisciplina demanda.
– Hay quien no se siente cómodo con la interacción virtual. Si la comunicación no es efectiva, el alumno puede sentirse aislado.

Mixta o semipresencial
Combina la modalidad presencial y online, especialmente recomendada para cursos de larga duración. También se conoce con el nombre de Blended Learning o B-Learning. Suele ser la formación más efectiva, ya que suma las ventajas de ambas modalidades.

En primera persona
Desde el punto de vista del docente, el geriatra y coordinador del Máster Oficial de Gerontología de la Universidad de Granada, Alberto Castellón, recomienda la modalidad presencial para los cursos universitarios de postgrado dirigidos a los profesionales de atención a la dependencia. “Es importante la transmisión de conocimientos vía docentes-discentes de manera ordenada, razonada, compartida y discutida, con el aporte personal de los profesionales que asisten al curso”, asegura. En este sentido, insiste en que también es muy importante “la comunicación entre los alumnos y sus profesores aportando cada uno, desde su disciplina y medio de trabajo, los conocimientos adquiridos”. Por todo ello, defiende la formación de postgrado en la modalidad presencial por el intercambio de experiencias entre los profesionales, “tan importante como la aportación que realizamos los docentes”.

Por otra parte, Castellón considera que la formación presencial también es aconsejable para los trabajadores de atención directa. Ahora bien, teniendo en cuenta las peculiaridades del sector (permisos, organización, trabajo en equipo, etc.), “la formación online, intercalando algunas sesiones presenciales, es perfectamente válida”. En este sentido, el coordinador del Máster Oficial de Gerontología de la Universidad de Granada insiste en las ventajas que suponen las nuevas tecnologías: “Especialmente interesante resulta la posibilidad de la formación online y la preparación de prácticas clínicas, a través de experiencias recogidas y filmadas por medios audiovisuales, intervenciones, patologías, dramatizaciones, etc. Y con unas horas previas de docencia, los alumnos pueden capacitarse para este tipo de formación”.

Ahora bien, después de una jornada intensa cuidando a personas dependientes, Castellón reconoce que es muy difícil que los alumnos mantengan una atención participativa y un rendimiento eficaz de la memoria de trabajo. “Reduciendo la jornada unas horas mediante una rotación de los demás profesionales, es posible conseguir un grupo de trabajo con alumnos participativos y atentos”, propone.

En cualquier caso, este experto considera sumamente importante la formación profesional continua en el sector de atención a la dependencia: “Según mi experiencia, el rendimiento se mide en menos estrés por parte de los trabajadores, más rendimiento laboral y más satisfacción de las personas dependientes”.

Por su parte, la directora de la residencia Casablanca Valdemoro, Estrella Almaraz, además de la formación propia en Dirección de Centros Residenciales de Acción Social, ha realizado cursos complementarios relacionados con la atención de las personas mayores: “En los últimos años me he centrado más en los temas de calidad, riesgos laborales y protección de datos”. Al igual que Castellón, piensa que el reciclaje y la formación continúa son fundamentales.
Desde su experiencia, Almaraz prefiere la formación presencial combinada con la formación a distancia, es decir, la modalidad mixta. En cuanto a la exclusivamente online, “depende del curso y su contenido. Si se trata de una formación continua o de reciclaje, siendo una materia conocida y estudiada anteriormente, me parece una buena modalidad. Sin embargo, si la materia es nueva, prefiero la vía presencial”.

Por otra parte, la directora de Casablanca Valdemoro subraya que, aunque supone un gran esfuerzo, “sí es posible que el trabajador realice un curso presencial tras su jornada laboral. Nuestros profesionales reciben formación, en la medida de lo posible, en las aulas de los centros del Grupo Casablanca”. De esta manera, Almaraz certifica que para los trabajadores de atención directa la mejor modalidad es la presencial, “porque siempre pueden resolver sus dudas en el momento, pero sin descartar la formación online, siendo mejor la modalidad mixta”. En su opinión, no se pueden obviar los beneficios que aportan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a la formación: flexibilidad, accesibilidad, etc. “Y para que los resultados sean mejores y la formación más eficaz, hay que avanzar y modernizarse utilizando vídeos, proyectores y ordenadores”, concluye.

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