Laura Castro. Vocal del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM)

El momento de la comida en los centros de educación especial y en las residencias de mayores

El pasado miércoles, Alberto Chicote, en su programa ¿Te lo vas a comer?, denunció la situación que sufren niños con discapacidad en los comedores de los centros de educación especial en España. De este modo, advertían de que “en España hay más de 37.000 niños que estudian en un colegio de educación especial. Son personas que por su grado de discapacidad necesitan una alimentación específica. En España, hay 191 colegios públicos de Educación especial. ¿Somos conscientes de la importancia del momento de la comida para estas personas?”

Una mala postura a la hora de comer o el hecho de ofrecer un alimento con una textura inadecuada puede producir atragantamiento en estos alumnos con un alto riesgo de producirse una aspiración a los pulmones lo que podría dar lugar a una neumonía o incluso la muerte.

Es por esto que resulta vital que el momento de la comida se encuentre supervisado y atendido por el personal adecuado, alguien que estudie cada caso y pueda indicar cuál es la posición más adecuada para alimentar a cada niño, qué instrumentos utilizar para dar de comer (vasos adaptados, cucharas con una determinada forma o realizadas con materiales menos rígidos que se adapten a cada momento de deglución, por ejemplo)  o qué textura debe utilizarse para garantizar su seguridad en el momento de la comida y evitar problemas producidos por la disfagia.

Por suerte, en España existen unos estudios universitarios encargados de formar a los profesionales que podrían salvar la vida de muchos niños en comedores escolares. Por desgracia, Educación no los incluye en la plantilla de los colegios, privándoles así de una calidad de vida más que necesaria para los niños y sus familiares. Estoy hablando de la figura del logopeda.

Desde hace ya varios años los logopedas venimos reivindicando la importancia de formar parte de la plantilla de trabajadores que integran el personal de colegios de educación especial para trabajar con aquellos que sufren problemas de disfagia.

El logopeda es el profesional sanitario cualificado para intervenir en alteraciones de la respiración y el proceso de deglución en fase oral. La realidad es que un porcentaje muy elevado de alumnos escolarizados en centros de educación especial presentan graves alteraciones en el proceso de deglución o disfagia. Por este motivo, se hace imprescindible la figura del logopeda dentro del comedor escolar, interviniendo y supervisando el momento de la comida (acto deglutorio) de aquellos alumnos con riesgo de sufrir atragantamiento y, por tanto, aspiración del alimento a los pulmones, que insisto bien podría dar lugar a una neumonía e incluso la muerte del menor.

Hay que estar pendiente de estas personas, controlando lo que comen y cómo lo comen para garantizar que se realiza correctamente sin ningún riesgo.

Añadir la figura el logopeda en la plantilla de los centros de educación especial significaría un menor riesgo de atragantamiento en los alumnos y, por tanto, un plus en su calidad de vida. Del mismo modo, la labor de los logopedas también es imprescindible para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la disfagia en las personas mayores, pero, en general, en las residencias tampoco se suele contar con esta figura. Reflexionar sobre esta situación ayudaría a la Administración y a las empresas a ofrecer un mejor servicio a estas personas, y a mejorar su bienestar y calidad de vida.

 

Laura Castro. Vocal del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).

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