Nueva visión de la Humanización en la asistencia sanitaria

Nueva visión de la Humanización de la asistencia sanitaria

Atención centrada en la persona, asistencia que tiene en cuenta las opiniones del paciente, que le permite tomar parte en su propio cuidado, generar ambientes adecuados para que esto sea posible, discernir entre las prioridades de los profesionales y las de los propios pacientes, son algunos de los puntos clave de la humanización en la asistencia sanitaria, y son algunos de los ejes que articularon el debate sobre este asunto que tuvo lugar en el marco del XI Seminario Internacional de Biomédica, Ética y Derechos Humanos celebrado en Madrid.

Un debate en el que también se abordó la necesidad de reestructurar, rediseñar los hospitales para alcanzar la mayor eficiencia y humanización en la atención que reciben los pacientes buscando, siempre, que la arquitectura sanitaria también tenga en el punto de mira al enfermo.

Los días 15 y 16 de noviembre, Aula Internacional de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos, junto a la Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética (Funderética), la Fundación Asisa y el departamento de Filosofía Jurídica de la Facultad de Derecho de la UNED, organizaron el XI Seminario Internacional de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos. Un encuentro que se celebró en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociológicas de la UNED en Madrid, en el que se debatió y se reflexionó sobre los retos que implican los avances bioéticos en el entorno de la toma de decisiones. Y que contó, además, con la colaboración del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés de la Universidad Europea de Madrid, la Fundación José Ortega y Gasset del Hospital Gregorio Marañón, la Fundación Tejerina, la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y el centro residencial para personas mayores Perpetuo Socorro, contando con este periódico como medio oficial de comunicación y con el apoyo institucional de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y la Fundación Mayores de Hoy.

Una de las mesas de este encuentro: Humanización de la asistencia sanitaria. Nueva Visión, se centró en dar una perspectiva completa y detallada de lo que es y hacia dónde debería dirigirse la humanización en los servicios sanitarios desde diferentes perspectivas: antropológica, médica y arquitectónica, considerando así que se trata de un modo de hacer que debe recorrer todos y cada uno de los aspectos implicados en la asistencia. Ya que, como reconoció el historiador, profesor de la UCM y director del Instituto de Humanidades y Ciencias de la Salud Gragorio Marañón (FOM), Antonio López Vega, la humanización es algo transversal que va desde la propia arquitectura sanitaria a los diferentes profesionales que conforman el equipo de atención.

Para explicar de qué hablamos cuando hablamos de humanismo, López Vega hizo un breve recorrido por los cambios históricos más recientes y sus consecuencias en la forma de entender la vida. Dibujó el marco general del contexto del pensamiento filosófico que plantea la humanización. “Algo que parece un pleonasmo, porque es algo consustancial a la asistencia centrarse en el paciente”, aseguró. Explicó que ya en 1914, cuando irrumpe la modernidad, se produce una ruptura del pensamiento “y empiezan a cuestionarse las percepciones físicas que teníamos hasta entonces. La incertidumbre del pensamiento lleva a los filósofos a plantearse las cuestiones más importantes de la vida”, intentando buscar certezas. Para López Vega dos son las más significativas. Por un lado, la certeza de que la realidad final de la vida es la muerte y, por otro, la certeza de estar vivo. “Este es el escenario que lleva a desestructurar la forma hasta la más pura abstracción”.

Avanzado ya el siglo XX, concretamente en 1968, esa modernidad da paso a la postmodernidad que, a su vez, “conlleva pasar de la desestructuración a la deconstrucción de la realidad”, planteando que la realidad no es tal.

Pensamiento que afecta a todos los órdenes de la vida, aunque López Vega subrayó que en este cambio tuvo una importancia notoria “la crisis del 68, centrada en el pensamiento de que la autoreferencia soy yo y no acepto marco teórico que delimite mi libertad”. De ahí, de esa deliberación, “arrancan buena parte de las crisis que sufrimos ahora”.

Este cambio deriva en diferentes movimientos filosóficos que se definen por añadir prefijos a las palabras que ya se conocen y que él resume en dos: posthumanismo y transhumanismo. “Una pobreza lamentable que refleja el desorden de nuestro pensamiento hoy día”.

Tendencias que también se manifiestan en el ámbito sanitario, “como por ejemplo en las corrientes más radicales del transhumanismo, que están tratando de disociar alma y cuerpo, lo que supone un claro desafío demográfico para el historiador”, en clara referencia a los intentos que se están llevando a cabo con el objetivo de crear vida a partir de la materia en un laboratorio o de alargar la vida de los seres humanos a través de la ciencia.

La asistencia sanitaria frente a la humanización

De explicar qué es la humanización en la asistencia sanitaria se encargó el director Médico Senior de Lilly España y Portugal, director de la Fundación Lilly, José Antonio Sacristán, quien comenzó diciendo que no tiene mucho sentido “hablar de una medicina que no esté centrada en el paciente”.

Para Sacristán, la medicina centrada en el paciente es la que trata de recuperar la doble faceta del acto médico, aunque aún queda mucho camino que recorrer. No obstante, reconoció que los sistemas sanitarios se están transformando, sobre todo en la parte tecnológica. “Por ejemplo, la medicina molecular se ha desarrollado notablemente en los últimos años en algunas patologías concretas como el cáncer o en las enfermedades de origen autoinmune”.

Un desarrollo tecnológico que también ha suscitado numerosos e intensos debates sobre el papel que debe jugar la inteligencia artificial y si sobre ésta podrá suplantar la labor humana en el ámbito sanitario. Debates que concluyen en algunos casos afirmando que “la inteligencia artificial podría hacer desaparecer algunas especialidades médicas como la radiología”, porque la máquina podría sustituir al hombre con éxito.

De hecho, en esta línea algunos estudios aseguran que las máquinas podrían ser más eficaces, “porque comparan cientos de millones de imágenes, aprenden solas, trabajan 24 horas al día y aciertan más”.  Pese a estas conclusiones, Sacristán asegura que “la medicina no podrá desaparecer por el lado humano al que la máquina nunca podrá sustituir”.

Analizando los actuales sistemas sanitarios, el director Médico se pregunta si éstos están realmente o no centrados en el paciente y si los hospitales son algo más que “talleres”, ya que “cuando un paciente acude a un centro hospitalario entra el cuerpo, que es el que seguramente se cure, pero a veces la persona se queda fuera”. Y recordó una frase de Einstein que a pesar de tener 70 años estaba plenamente vigente: “Se ha hecho espantosamente obvio que la nueva tecnología ha excedido a nuestra humanidad”.

 

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