¿Qué vitaminas necesitan nuestros pacientes?

La falta de vitaminas esenciales se refleja en el cuerpo de distintas maneras. Nuestros pacientes nos hacen consultas sobre distintos síntomas que pueden ayudarnos a detectar qué déficit de vitamina o vitaminas presentan. Vamos a analizar a fondo los posibles síntomas y cuáles son los mejores alimentos para tratar ese déficit.

Grietas en la comisura de la boca

Es una de las señales más claras de deficiencia de vitaminas del tipo B, sobre todo la riboflavina (B2), la niacina (B3) y la B12. Así mismo, indica que en la alimentación de nuestros pacientes hay una falta hierro y zinc.

Para paliar esta falta de vitaminas y minerales podemos recomendar a nuestros pacientes que consuman salmón, huevos, atún, acelgas, lentejas, almejas o pescados y mariscos en general. Si nuestros pacientes son veganos, para paliar la deficiencia de vitamina B12 tendrán que consumir un suplemento vitamínico ya que no existe ningún producto de origen no animal con el que podamos obtener esta vitamina.

Así mismo, podemos aconsejarles a nuestros pacientes que consuman vitamina C para favorecer la absorción de hierro y añadir a nuestra dieta brócoli, pimiento rojo y coliflor.

Hormigueo y adormecimiento en las extremidades

Este síntoma puede estar relacionado a problemas con los nervios periféricos que puede estar motivado por una baja presencia de vitaminas del grupo B, concretamente las vitaminas B9, B6 y B12.

Estos síntomas pueden estar acompañados de fatiga, depresión, anemia y desequilibrios hormonales. ¿Qué alimentos podemos recomendar a nuestros pacientes para paliar estos déficits? En estos casos se recomendaría comer pollo, huevos, frijoles, espinacas, espárragos, ostras, mejillones, pulpo y almejas.

Bolitas rojas y blancas en la cara, los brazos y los muslos

Este tipo de manchas parecidas al acné acostumbran a aparecer debido a una falta de vitaminas A y D. Son como pequeños granos de mayor consistencia que el acné, muy similares a pequeñas bolas de grasa y que pueden generar bastante dolor en nuestros pacientes al intentar eliminarlos.

Aparecen por una ingesta elevada de grasas saturadas o trans y por la falta de las vitaminas del grupo A y D. En estos casos, recomendaremos a nuestros pacientes la reducción de este tipo de grasas y que consuman pimientos rojos, zanahorias, sardinas, frutos secos, linaza, verduras de hoja verde y batata. De esta manera, estarán añadiendo a su dieta betacoreno y aumentarán en su organismo las grasas de tipo saludable.

Calambres musculares y dolor en las articulaciones

Estos síntomas pueden aparecer en pacientes que empiezan a hacer deporte de alto nivel o al comenzar un entrenamiento muy exigente. Esto puede generar una pérdida mayor de minerales y de las vitaminas del grupo B, las que son solubles en agua. Como consecuencia, presentarán una falta de potasio, calcio y magnesio que podrán recuperar consumiendo a diario plátanos, avellanas, almendras, calabaza, espinacas, brócoli o manzanas.

Caída del cabello y erupciones cutáneas de color rojo

Sequedad, enrojecimiento de la piel y picores pueden ser debidos a la falta de niacina, la vitamina B3. Así mismo, si estos síntomas se combinan con la caída del cabello del paciente puede estar motivado por una falta de zinc. Estos síntomas también pueden aparecer por una falta de vitamina B7 (biotina), y del grupo de vitaminas A, D, E y K.

El alcoholismo combinado con una absorción deficiente de vitaminas puede causar un déficit de B3. Para paliar todos estos síntomas recomendaremos a nuestros pacientes consumir levadura de cerveza, frutos secos, semillas de calabaza, aguacate, champiñones, plátanos y frambuesas.

Dolores musculares y en las articulaciones

Si estas molestias musculares y en las articulaciones aparecen durante la noche y en los meses de invierno es probable que nuestro paciente tenga un déficit de vitamina D. La falta de esta vitamina puede causar dolor en general, en el cuello y en la espalda.

Esta vitamina se produce cuando la piel se expone a la luz solar. Durante el invierno la luz solar es escasa y las salidas al exterior son más escasas por lo que la producción de vitamina D es más limitada. En estos casos se recomienda tomar pescado, yemas de huevo, cereales fortificados y lácteos.

Uñas débiles

Tener las uñas quebradizas puede significar una falta de vitamina A. Para tener las uñas sanas y recuperar su fortaleza recomendaremos a nuestros pacientes que se hidraten adecuadamente y tomar vegetales frescos, especialmente zanahorias, calabaza, lechuga y melón.

Problemas digestivos

Malestar intestinal, diarreas, fatiga o palidez suelen estar relacionados con una falta de las vitaminas del grupo B, especialmente la vitamina B12. Como ya señalamos esta vitamina tiene un papel fundamental en el crecimiento y en el desarrollo del sistema nervioso.

Para evitar que nuestros pacientes desarrollen enfermedades crónicas debido a la falta de esta vitamina les recomendaremos consumir carne, pescado, hígado, riñones y productos lácteos. En el caso de pacientes veganos se recomendará el consumo de aportes vitamínicos.

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