Daniel Emeric Méaulle Presidente del Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales de la Comunidad de Madrid (COPTOCAM)

Sin terapia ocupacional en atención primaria no hay continuidad de cuidados

 

Según lo recogido en la Cartera de Servicios comunes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la Atención Primaria se define como el nivel básico e inicial de asistencia que garantiza la globalidad y continuidad de la atención a lo largo de toda la vida de un paciente.

Dicho marco, que comprende acciones que van desde la promoción de la salud hasta la rehabilitación física, entre otras, debe ser sometido a un profundo análisis, atendiendo a circunstancias emergentes que vienen tensionando nuestro modelo de atención sociosanitaria, como son, el incremento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento de nuestra población, el aumento de la supervivencia fruto del éxito de la asistencia especializada, los cambios en los modelos de familia que condicionan las oportunidades de cuidado, o las demandas sociales orientadas hacia una mayor extensión de la autonomía y la participación social ante las situaciones de discapacidad.

Esta reflexión profunda, debe considerar si el actual desarrollo de la Atención Primaria de salud en nuestro país y en nuestras comunidades autónomas responde realmente, tal y como es su fundamento, a las necesidades globales de la población, desde una perspectiva verdaderamente interseccional e interdisciplinar, para cubrir con suficiencia las demandas de un volumen, cada vez mayor, de personas que son susceptibles de alcanzar el alta médica tras superar sus procesos agudos; y que reclaman retornar a sus domicilios con los apoyos y estrategias suficientes como para garantizar su seguridad, la recuperación de su funcionalidad y el sostenimiento de una vida autónoma.

Nuestro actual modelo de Atención Primaria queda limitado, por su configuración misma, a la prestación de los cuidados básicos y al ocasional y reducido (por no ser multidisciplinar) abordaje rehabilitador. Esto se debe, esencialmente, a la ausencia de múltiples profesionales de la salud cuyos servicios debería contemplar el sistema y que vienen reclamando su incorporación al mismo. Sin embargo, poco se destaca la ausencia, entre todas esas profesiones sanitarias olvidadas, de la terapia ocupacional, una profesión esencialmente vinculada al desempeño de las actividades de la vida diaria en el entorno natural del individuo, el territorio donde se dirime el grado de autonomía, participación, productividad e inclusión social de las personas.

La salud se recupera, se apoya y se mantiene, cuando las personas se involucran y participan en ocupaciones o actividades que son significativas y/o necesarias en su día a día, y es el terapeuta ocupacional el profesional indicado y especializado en dicha materia, de tal modo, que su incorporación al sistema de atención primaria, contribuiría, no solo a solventar graves deficiencias que enfrentan los pacientes tras el alta hospitalaria y el regreso a su entorno, tales como las barreras arquitectónicas en el hogar, el manejo de productos de apoyo, o la adaptación de las propias actividades cotidianas, entre otras, sino que supondría un ahorro al Sistema Nacional de Salud, tal y como se ha evidenciado en estudios sobre coste-eficacia realizados en otros países.

La terapia ocupacional, en aquellos países donde está integrada en el modelo de Atención Primaria, previene y reduce significativamente las caídas de los adultos mayores, disminuye el número de reingresos hospitalarios, optimiza la participación de las personas en su vida cotidiana en la medida en que promueve adaptaciones y el uso de productos de apoyo, reduce el número de accidentes, previene lesiones en el ámbito laboral y periodos prolongados de baja, favorece que las personas con problemas de salud mental participen en su comunidad, conserven el empleo y mejoren su adherencia a los tratamientos farmacológicos y contribuye a la detección temprana de discapacidades, entre otros.

Por todo lo dicho, no puede considerarse un modelo integral y holístico de atención primaria de salud que no contemple servicios de terapia ocupacional adecuadamente dimensionados y dotados. La ausencia de terapeutas ocupacionales en este área es una grave e injustificable deficiencia de nuestro sistema de salud que debe ser prioritariamente abordada por los poderes públicos. La propia sociedad, respaldada por la evidencia, así lo reclaman.

 

Daniel Emeric Méaulle Presidente del Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales de la Comunidad de Madrid (COPTOCAM). 

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