Calidad formativa
Aurelio López-Barajas de la Puerta. CEO de SUPERCUIDADORES

Calidad formativa

Aurelio López-Barajas de la Puerta 

CEO de SUPERCUIDADORES

La calidad formativa y la satisfacción de los alumnos son los objetivos a los que debe aspirar cualquier empresa de formación. Certificarse según la Norma UNE EN ISO 9001:2015, norma reconocida en el ámbito internacional, asegura un buen Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) en una organización.

Los seis beneficios fundamentales de implementar la ISO 9001 en las empresas e instituciones son la mejora de la credibilidad e imagen de la organización; la mejora de la satisfacción del cliente; la mejora de la integración de los procesos; la mejora de la toma de decisiones, basada en la evidencia; la creación de una cultura de mejora continua y la promoción de la participación de la alta dirección y los empleados.

Todas las empresas de formación deben prestar a sus alumnos un servicio de calidad, razón por la que deben establecer una Política de Gestión de Calidad que cumpla con la norma ISO 9001, y que se base en maximizar la eficacia y eficiencia de sus formaciones, así como los resultados en la mejora profesional y en el empleo de sus alumnos; que se aseguren de alcanzar o superar las expectativas de sus alumnos y clientes, y de reducir sus errores de forma continuada, en especial aquellos que incidan de forma directa en la satisfacción de sus alumnos y clientes.

La forma de trabajar se debe centrar en el contacto directo con el alumno, entendiendo lo que necesita y personalizando hasta el más mínimo detalle su formación. Así, sus objetivos deben ser ayudar a los alumnos y empresas e instituciones a que alcancen sus metas y, al mismo tiempo, que puedan anticiparse y adaptarse a las necesidades del sector en el que operen.

Con la obtención de la norma ISO 9001, las empresas se deben de comprometer a: 1) a cumplir con sus requisitos y aplicar una mejora diaria de la eficacia del Sistema de Gestión de la Calidad. 2) garantizar a los empleados una formación necesaria para el adecuado desarrollo de su trabajo. 3) asegurar la participación responsable de todos los miembros de la empresa, así como de sus proveedores. 4) satisfacer tanto los requisitos del alumno, como los legales y reglamentarios. 5) tener definidas las funciones y responsabilidades correspondientes a cada puesto de trabajo. 6) mantener las infraestructuras materiales y tecnología en perfecto estado y adaptados a los últimos desarrollos. 7) innovar y crear tendencias formativas rentables, adelantándonos a la competencia.

En cuanto a la oferta formativa para el sector sociosanitario y de la atención social debe ser lo más amplia posible, accesible de manera online, desde cualquier lugar y dispositivo electrónico que disponga de conexión a Internet. Los formatos formativos deberían de abarcar todo tipo de tipologías, desde videotutoriales hasta Certificados de Profesionalidad oficiales sociosanitarios o másteres especializados, pasando por otros formatos como masterclass, cursos e itinerarios formativos.

El objetivo es que dicha tipología formativa cubra todas las necesidades de cuidadores familiares y profesionales como gerocultores, auxiliares de ayuda a domicilio, personal de servicios de teleasistencia, trabajadores sociales, personal de enfermería o cualquier otro tipo de trabajador, tanto del ámbito sanitario como sociosanitario.

 

 

 

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