fisioterapia para reducir el dolor

Fisioterapia basada en ejercicio activo para reducir el dolor de los pacientes

El dolor se trata de una situación a menudo incomprendida, infradiagnosticada y no tratada correctamente. Los principales factores que predisponen al dolor son la edad, los bajos niveles de actividad física, el estrés, la obesidad y los bajos niveles de autocuidado.

Por ello, “la fisioterapia basada en ejercicio activo tiene un impacto directo sobre la mejora de la función del paciente lo que se puede traducir en una reducción del dolor y en una mejora de la calidad de vida del paciente”, afirma Álvaro Megía, fisioterapeuta técnico superior de investigación en la Unidad de Biomecánica del Hospital Nacional de Parapléjicos y profesor asociado en la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Castilla-La Macha.

Según la Organización Mundial de la Salud “el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano”. En este sentido, en España se estima que el 17% de la población padece dolor crónico, siendo el dolor lumbar la segunda enfermedad crónica más prevalente. Para Megía, “la cronicidad se establece en función del tiempo de evolución que puede ser de 3 a 6 meses, según diferentes autores”.

 Además, la incidencia del dolor musculoesquelético ha aumentado en los últimos años “debido a la aparición de la COVID 19 que ha actuado como causa directa (ej. neuropatías periféricas asociadas a la infección) e indirecta del dolor musculoesquelético (relacionado con la reducción de actividad física y social)”,apunta el fisioterapeuta.

Este 2021 la Sociedad Española del Dolor (SED) ha dedicado el día a la investigación y divulgación del dolor lumbar. Este dolor musculoesquelético es el de mayor prevalencia (27% en mujeres y 19% en hombres) y la primera causa de asistencia a Fisioterapia. “La mayoría de los pacientes mejoran con un tratamiento conservador, basado en fármacos analgésicos y fisioterapia. La cirugía solo estaría indicada en aquellos pacientes que presenten dolor severo discapacitante”, afirma Megía.

En cuanto al tratamiento de fisioterapia, debe basarse en dos pilares básicos: “La educación del paciente y el ejercicio terapéutico. Ambas intervenciones buscan mejorar la función y evitar la discapacidad.

Por otro lado, las técnicas pasivas, como la terapia manual o la electroterapia tendrían cabida en los periodos de agudización del dolor y son herramientas válidas para ser utilizadas de menara adyacente”, concluye el experto.

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