Matilde Pelegrí, directora.

Sanidad y derechos sociales, un diálogo necesario

Siempre que un representante público comparece ante el mundo empresarial es una buena señal. Indica que hay voluntad de diálogo, de abrir o mantener vías de entendimiento.

Así ha sucedido en las recientes participaciones de la consejera de Familia, Juventud y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, ante la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM), y la del secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

La consejera hizo referencia al nuevo decreto que regulará el reconocimiento de la dependencia y el acceso a los servicios, que está en fase de tramitación, así como a la orden de acreditación de los centros sociosanitarios. Expuso también el anteproyecto de ley de creación de la Agencia Madrileña de Calidad de los Servicios Sociales y la consiguiente creación de un cuerpo de inspectores de servicios sociales, así como la Estrategia de envejecimiento activo de la Comunidad de Madrid. En este encuentro, se hizo referencia a la actualización del informe que el Grupo de Trabajo de Demografía de la patronal madrileña hará público en los próximos meses.

Por su parte, Javier Padilla expuso las líneas fundamentales de su negociado, comenzando por la escasez de profesionales, en un momento en el que se hace necesaria la redefinición de competencias o la incorporación de nuestras figuras profesionales para la próxima década. También dio importancia a la Estrategia de Salud Digital, desmontando el mito -en su opinión- de que España tiene 17 sistemas sanitarios que no se hablan entre sí. La Ley de Medicamento o la reciente creación del Comisionado de Salud Mental estuvieron también presentes en una exposición, en la que el ámbito sociosanitario se incorporó en el coloquio. En este sentido, avanzó que se va a trabajar en un marco teórico de entendimiento común, y en aspectos concretos como la estrategia de desinstitucionalización, el servicio de ayuda a domicilio o el envejecimiento de la enfermedad mental.

Esta puerta abierta al entendimiento entre Sanidad y Servicios-Derechos Sociales es un avance si tenemos en cuenta que el sector sociosanitario continúa expresando su preocupación ante situaciones complejas, como la paralización de inversiones debido a la incertidumbre generada por las exigencias del nuevo modelo de cuidados, la aún más acuciante falta de profesionales o las consecuencias que está teniendo el incremento en costes de personal y suministros en ámbitos como la ayuda a domicilio, que no pueden trasladarse a la administración durante el periodo de duración del concierto.

Por otra parte, existen servicios muy efectivos para la promoción de la autonomía personal, que, sin embargo, permanecen estancados. Es el caso de los centros de día, como se analiza en el reportaje central de este número de BALANCE. Un servicio que, según datos del Imserso al cierre de 2022, cuenta con un índice de cobertura de sólo 1,09, y que representa sólo el 5 % del presupuesto de dependencia, según las patronales.

Damos también la bienvenida en este número a la vicepresidenta segunda y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero, a quien entrevistamos en este número.

Los reportajes en profundidad sobre las unidades de terapia intensiva, la oncogeriatría y la pérdida de audición o la atención a pacientes neurológicos completan un número de especial interés.

Hasta nuestra próxima cita en papel, les invito a que sigan toda la información del sector en nuestros portales www.balancesociosanitario.com y www.senior50.com, en nuestro programa de radio Palabras Mayores, y en las redes sociales.

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